duodeviginti

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La mirada de Crowley volvió a convertirse en una completamente estupefacta, sin darnos tiempo de hacer algún otro movimiento cuando del suelo emergió Yu seguido de los demás quienes contraatacaron sin esperar.

Mitsuba logró envolver en unas llamas azules al vampiro haciendo que me distrajera ante las repentinas apariciones, siendo este segundo el suficiente para que Crowley tomará a Guren del cuello y lo alzará no sin antes dedicarme esta vez una mirada apagada.
Trague saliva e intente ponerme de pie resultando inútil al caer sobre un charco de sangre que resultó ser mío.
Era demasiada sangre. El mareo no tardó en aparecer junto con la respiración irregular viendo cómo el escuadrón de Shinoa se retiraba al no poder hacer nada mas contra el noble. Una pared de llamas azules corto toda visibilidad creando una barrera entre nosotros.

-Esperen...

-¡Larguense de una buena vez, cumplan las ordenes! - ordenó en un grito ahogado Guren mirándolos por encima del hombro.

-Ya callate - escupió Crowley, aventandolo cayendo de lleno a un lado de mi. Sin mucha fuerza y perdiendo poco a poco la conciencia, tomé la mano de Guren siendo correspondida por él con un leve apretón igual de débil.
El lugar se transformó en un crater volcánico avisandonos de la llegada de nuestro escuadrón.
Aquello era un suicidio. Todos iban a morir.

-¿Que están haciendo? Larguense - cómo si Guren leyera mis pensamientos, grito desesperado. Mito y Shigure respondieron en negativa.

Mire sin fuerzas a Crowley temiendome la peor de las escenas y sintiendo miedo de él. Aquella faceta asesina me resultaba desconocida y sumamente dolorosa.

Este al sentir mi mirada, viajo de mi rostro a mi mano sosteniendo la de Guren y sin miramientos, pateó el estómago del de ojos violeta, provocando que nuestras manos se soltaran por el golpe.
Con la energía que me quedaba, tomé el pantalón del noble en un intento patético por detener aquella cruel escena. Crowley bajo la mirada hacia mí al sentir mi débil toque, soltando un resoplido y un sablazo que corto de golpe con la ilusión de Goshi.
Tenían razón. Era increíblemente fuerte.

-Te han abandonado - se burló el vampiro mirando a Guren de reojo.

Agradecí que los demás hayan logrado irse. Ahora el problema quedaba en nuestras manos.
Sin resistir más, caí de golpe al suelo a causa del violento dolor y la incesante perdida de sangre.

-Llevenselo en lo que Ferid llega - escuchando aquello, mis ojos se cerraron haciendo todo lo posible para evitar la inconsciencia. Los brazos reconocibles de Crowley envolvieron mi cuerpo tomandome con él.
Negué ante el acto mientras soltaba balbuceos sin sentido hacia el vampiro que me sostenía y me retorcía para tratar de zafarme.

-Quedate quieta Nana. Te estas desangrando.

Cada vez escuchaba más lejana su voz forzandome en mantenerme despierta. No quería estar con él y mucho menos a solas. Tenía que volver con Guren y los demás.

-Es tu culpa... - murmure débilmente abriendo los ojos y tratando de enfocar en donde es que me encontraba.
Me acostó en lo que supuse era un sillón y arrancó un pedazo de su capa para colocarlo como vendaje sobre mi herida.

-Perdoname - habló sonando realmente apenado y arrepentido mirando la herida con verdadera aflicción casi como el la tuviera en carne propia.

-No - respondí sacando fuerzas de no se donde para sentarme y observar la herida que había logrado provocar en su pecho.

-Por favor Corderita...

-Callate, no quiero escucharte - voltee la mirando evitando con todas mis fuerzas su cara.

CATARSISWhere stories live. Discover now