CATARSIS

quinque

-... Eso es todo lo que ha informado el bloque tres - la sala de conferencia se encontraba totalmente centrada en los últimos ataques sufridos por los vampiros en los distritos, convirtiéndose en un tema preocupante ya que se podía tratar de algo aún más delicado.

Shinya se paro sosteniendo un montón de papeles organizandolos con suma precisión comenzando su presentación en cuanto a la región de Kanto. Parpadee confundida al ver cómo el peli blanco sonreía un tanto incomodo al ver a un costado mío sabiendo hacia dónde iba su mirada.

Guren se había quedado completamente dormido mientras sus ronquidos se escuchaban por toda la sala importandole nada. Suspiré moviendolo de un lado a otro mencionando su nombre cada vez más fuerte viendo como por fin se levantaba sacudiendo su cabeza junto con un sonoro bostezo. Sin más, se puso de pie ocasionando que me hiciera para atrás acostumbrada a sus actitudes de niño berrinchudo.

-¿Ya se acabó esta estúpida reunión? - comentó con un tono hastiado guardandose un pañuelo que reconocí como mio abriendo los ojos al recordar que hacía semanas que no lo encontraba.

-Comportese, solo es un miembro de la familia Ichinose - ordenó Tenri notablemente molesto ocasionando que tragara saliva un tanto incomoda encontrándome con la mirada de Shinya puesta en mi. Un guiño salió de su ojo haciéndome sonreír y tranquilizarme.

-Pero si es el General Tenri-sama, por favor discúlpeme - respondió con ironía - sólo estaba extremadamente aburrido.
-No empieces con tus...
-Tranquilos, tranquilos - habló Shinya dirigiéndose a las dos personas tratando de aligerar la tensión como siempre solía hacer con su buen humor - Continuaré con mi informe.
-Me voy - aviso Guren pasando a un lado de mi volteando a verme de reojo - envíenme el informe luego - mordí mi labio al darme cuenta que la orden iba dirigida a mi.

-Oye Guren - llamó Shinya - ni siquiera yo puedo defender tu actitud tan mala - se quejo negando con la cabeza agobiado.
-Nadie te pidió que me defendieras - sonrió abriendo la puerta del lugar - Está familia Hiragi controlando a todo y a todos - sus ojos se clavaron en mi al decir lo último sintiendolo como dagas viniendo de él ya que tenía razón.

Sin más la puerta se cerró y la voz de Kureto resonó en el lugar.

-Nana - dirigí mi vista hacia él - siéntate en el lugar de Guren, mereces más ese puesto que él - asentí indecisa tomando asiento en el lugar indicado.

-Reporte - ordenó Tenri Hiragi provocando que toda la sala pusiera plena atención en mi.

-El distrito de Osaka se había mostrado tranquilo y sin ninguna problemática, pero cuando fui al lugar a corroborar, se encontraba plagado de vampiros bajo las mismas condiciones que hemos observado hasta ahora. Ofrecer su sangre a cambio de protección.
-Los vampiros traman algo - expresó Kureto recargando su codo en la mesa mirándome seriamente - Quiero que estés al tanto de todo lo que pase con el equipo de Mitsuba y me des un reporte completo.
-Afirmativo - me pare e hice una reverencia retirandome de ahí.

Salí del edificio encontrándome con Yu en el suelo a los pies de Guren confundida por la escena.

-OK, entonces vayamos a que firmes un contrato con un demonio - abrí los ojos exaltada al escuchar la pronta decisión asustandome. Sabía que le había dicho a Guren pero jamás pensé que lo fuera a tomar tan rapido, por lo que me acerque violentamente hacia él empujandolo mientras lo agarraba del saco.

-No voy a dejar que mates a Yu como a tus sujetos de prueba - murmure enojada viendo cómo Guren sonreía de lado acercándose a mi.

-No voy a dejar que pase eso - susurro dejando un corto beso en mis labios para después separarse volviendo hacia dónde estaba Yu el cual no se percató de aquel movimiento el cual me tomó desprevenida.