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-Nana, ¿que es eso de la puerta? - preguntó Yu con un tono lleno de curiosidad.
-¿No lo sabes? - sonreí burlona caminando en dirección al sótano de la escuela esperando que los dos chicos detrás de mi bajaran las escaleras para posicionarse a un lado de mi - No me sorprende, es uno de los tantos secretos del instituto, junto con las tonterías del piano maldito y la figura anatómica que se mueve sola - negué al recordar la forma en que Shinya me lo contó, teniendo que dormir con él un par de veces.

-Que estupidez - escupió Yu pasando a un lado de mi con las manos metidas en sus bolsillo - Deben de ser esas salas que el ejército tiene.
-¿Así que Yuji entró y ahora no puede salir? - habló temeroso Yoichi mirándose asustado.
-Al parecer si - reafirme justo lo que dijo el muchacho comenzando a caminar a las escaleras que daban a los túneles - esas salas se utilizan para zonas de entrenamiento para los miembros de la fuerza aniquiladora. Solo personal autorizado puede entrar ahí sin tener riesgo de salir poseído por un demonio.
-¿Que, un demonio? - levantó las cejas incrédulo.
-Si, un demonio, ya te lo dije, tu entrenamiento acaba de comenzar - comenté amablemente bajando las escaleras viendo la humedad que desprendían las paredes las telarañas que había en cada rincón del lugar, lo oxidado de las barandas, el color musgo de las paredes y el olor a podrido.

- Hace poco elaboraron túneles subterráneos en Shinjuku para prevenir inundaciones. La fuerza aniquiladora se encargo de utilizarlos como zonas de entrenamiento.
-Estos demonios son utilizados para reclutar a los soldados más experimentados para probar si no se ven afectado por el aura maligna de los demonios - me volque hacia ellos al llegar al penúltimo piso - Suena un poco cruel pero este es una zona de experimentos para los que siguen siendo humanos.

Yu se me quedó viendo con los ojos entrecerrados dudando de lo que acababa de decir mientras que Yoichi veía el lugar asustado e inquieto.

-¿De verdad creen que existía una escuela común y corriente en un mundo tan cruel como este? - sonreí socarronamente parandome frente a la puerta cubierta de sellos de protección y cerraduras pegadas en toda la puerta sin ninguna especie de orden - a partir de aquí, solo unos pocos pueden pasar.
-Eso significa que Yuji...
-Tal vez los demonios le devoraron el corazón - interrumpí con un suspiro.
-¿Que pasa con ellos? - dirigí mi mirada sería a Yoichi.
-Se convierten en algo peor que un vampiro. Demonios devora humanos - cerré los ojos tratando de disipar el terror que había sentido la primera vez que vi uno - es por eso que necesitan tanto entrenamiento - recalque abriendo los ojos mirando directamente a Yu en forma de advertencia.

-¿Así que sólo necesito derrotar a aquel demonio? - Yu se fue acercando cada vez más a la puerta quedando de espaldas a mi - Necesito poder para vengar a mi familia, no importa si me enfrentó al mismísimo Satanás.
-Bueno, si quisieras derrotar a Satanás tendrías que... - abrí los ojos al ver como Yu abría la puerta de par en par con un empujón entrando a grandes zancadas - ¡¡Yu!!

Entre seguido de Yoichi quien iba detrás de mí viendo como Yu se detenía en el barandal que se encontraba ahí viendo al chico al que estaban buscando parado en medio del gran salón sosteniendo un hacha completamente fuera de si. Mire a los costados encontrándome con una infinita variedad de armas incrustadas en el piso detonando todos los intentos que se llevaron a cabo. Trague saliva inquieta.

-Todavía nadie ha hecho un contrato con esa hacha, ¿verdad? - voltee a verlo ansiosa por lo que estaba por pasar - ¡Entonces me la pido! - grito entusiasmado bajando de un brinco hacia dónde estaba el chico corriendo como un loco.

-¡Oye, espera! - grite - Yoichi, ve a pedir refuerzos a la compañía, hay un cuartel a un lado de esta sala - indique un tanto ansiosa viendo como Yoichi asentía saliendo del lugar.

-¡¡Dame esa hacha!! - grito Yu levantando su katana haciéndome verlo mientras negaba con la cabeza.
Yuji se volteo y detuvo su ataque con el mango del hacha desprendiendo un aura morada mientras Yu esquiva a él ataque de él.

CATARSISWhere stories live. Discover now