CATARSIS

octo

Logramos llegar a una de las murallas que daban paso a Shinjuku comenzando a subir las escaleras que daban al tope del lugar donde se encontraban los soldados encargados de proteger esa zona. Una punzada en mi cabeza logró hacerme tambalear de dolor ocasionando que me recargara en la pared por un segundo para tratar de apaciguar el dolor.

-¿Te sientes bien, Nana-chan? - preguntó Shinoa notando la preocupación en su voz. La mire asintiendo con una leve sonrisa empezando de nuevo a caminar.

-No te preocupes por mi - subí unos cuantos escalones poniéndome en frente de todos - ¡Vamos, no podemos seguir perdiendo el tiempo! - grite empezando a correr por las escaleras hasta llegar al final encontrándome con un montón de soldados corriendo de un lado a otro.

-¡Shinjuku es la segunda ciudad más importante del ejército! - grito un soldado pasando enfrente de nosotros.

"La ciudad se encuentra bajo ataque de los vampiros, que todos los civiles evacuen inmediatamente al muro este"

-¿Que fue eso? - preguntó Yu al escuchar la alarma del lugar disparando se con la voz de una mujer.
-¿Es que no lo oyes? - soltó Shinoa enfadada.

Mire a mi alrededor buscando a alguien que estuviera al mando para indicarle mi llegada y ponerme bajo sus órdenes justo como me indico Guren.
El sonido de un proyectil volando y chocando contra un edificio cercano nos hizo tambalear a causa del impacto. Dos helicopteros se dirigían hacia donde estábamos nosotros, abriendo los ojos ante lo que pensaban hacer reaccionando rápidamente.

-¡¡Bajen todo, ya!! - mande acelerada empujandolos a todos por la espalda para saltar por el pequeño balcón que daba al piso de abajo. Detrás de mí el misil explotó provocando que un escombro rozara mi mejilla haciendo un corte. Rodé sobre el suelo para no caer directamente en mis piernas mirando como varios soldados salían volando muriendo en el impacto. Revise si todos los de mi equipo estaban a salvo confirmándolo con sus caras de preocupación. Indique con la mano que se metieran debajo del techo para que no les cayera algo más. Toque mi mejilla descubriendo que estaba sangrando un poco limpiandome con la manga de mi uniforme dejando de lado la herida.

Tape mi cara del humo que llegó mirando que era una completa guerra llena de muerte y desastre en todo su esplendor.

-Ya lo dijo el Teniente Coronel Guren. Los vampiros del área Kansai planean acabar con el Ejército - explicó Mitsuba mirándola con intriga.
-¿Tienen armas demoníacas como nosotros? - Yoichi miró a los demás como si de ahí fuera a sacar la respuesta.

-Son una versión inferior. Se le llaman rúnicas, son armas demoníacas simplificadas - explique mirando al chico - Las nuestras están más desarrolladas.
-¡Miren! - señaló Yu haciendo que viera al frente corriendo a un costado al ver las balas de aquel helicoptero acercarse.

-¡Por aquí!

Nos resguardamos detrás de una pared poniéndome en una esquina para ver afuera cerrando un ojo al sentir una enorme ráfaga de aire colgándose por donde estábamos nosotros viendo como varios vampiros salían de un helicoptero que sobrevolaba.

-Prepárense para luchar - salí primero de la pared aliviada de encontrarme a Nagai junto con su grupo de soldados. Me dirigí a un vampiro tomándolo del brazo con mi látigo para así levantarlo y lanzarlo hacia otro vampiro mientras le daba una patada a uno que estaba a punto de atacarme mandándole lejos - Yoichi - llame captando su atención - Disparale al helicoptero - vi cómo asentía listo para disparar siendo protegido por Shinoa quien mató a dos de un golpe.