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—¿Te sientes mejor ahora?. Jungwon asintió a penas con las mejillas teñidas de rojo mientras sostenía un vaso de agua entre sus dos manos temblorosas.

Sunghoon lo había cargado casi a gachas para que los reporteros de fuera no pudieran verlos por las encimeras de exhibición.

Mentiría si dijera que no había soñado con conocer al hombre más hermoso que sus ojos veinteañeros habían visto en toda su vida pero esta definitivamente era la última manera.

Deseaba que se lo comiera la tierra y lo escupiera en el otro lado del mundo.

Estaba sentado sobre una banca que no permitía a sus pies tocar el suelo y el dolor en sus costillas aún no se había ido incluso después de poner en la zona una pequeña bolsa de hielo que le había dado el mayor.

Park siempre lucía en televisión como una persona tranquila y Jungwon lo estaba comprobando en ese mismo instante cuando a pesar de tener restos de su vómito en los zapatos parecía estar más concentrado en lo que sea que hubiese en su celular.

—Bien, espera aquí ¿Sí? Iré por unas cosas para limpiar esto.

—No, no, no, está bien es mi desastre yo lo hago, solo-

Sunghoon negó desde unos pasos más adelante.

—No te muevas de ahí, no sé que tanto daño pude haberte hecho, limpiare esto y luego te llevaré al hospital, espera ahí.

Jungwon realmente quiso quejarse más por la vergüenza que otra cosa, ¿Al hospital? Si le había dado una patada en las costillas y le ardían pero él era tan penoso que preferiría acomodarlas a golpes que ir al hospital y ahora Park Sunghoon quería llevarlo tan amablemente cuando él le había vomitado los zapatos.

Ya, de verdad ¿Qué sueño lúcido era ese?

—Tienes que ir con él. Mencionó el menor a su costado que se había mantenido al raz de la situación después de haber intentado por unos minutos superar el shock que le causaba ver a un famoso tan de cerca.

—No, ¿Qué pretendes que haga con Park Sunghoon solos en un auto camino al hospital? No quiero sufrir un ataque al corazón. Ni-ki frunció la nariz como si le hubiese dicho algo realmente desagradable.

—¿Por? No te va a pedir matrimonio frente a la sala de emergencias, Won, lamento arruinarte el romance de novela. El mayor lo pateó provocando que se quejara.

—Cállate, ¿no estás viendo lo mismo que yo acaso? Es Park Sunghoon, incluso es más lindo en persona.

—Vinimos aquí por una prueba y no me voy a ir hasta tenerla pero de verdad esa cosa en tus costillas puede ponerse mal, así que tú ve con él y yo me quedaré a obtener algo, incluso en el camino podrías averiguar algo.

—¿Cómo se supone que vas a quedarte aquí? Será raro.

—Mira y aprende, débil.

A pesar de ser alguien tan alto ni-ki seguía siendo un niño por lo que su facilidad y elasticidad corporal acompañadas de sus prácticas incansables de baile le permitían hacer muchas cosas, entre esas meterse entero dentro de una estantería de almacenamiento industrial para harina.

Jungwon se preguntó en cuántas ocasiones habría usado un talento tan extraño como ese.

Sunghoon bajó unos minutos después con una chaqueta puesta y otra chaqueta colgando de su brazo, junto a un bote con cosas para limpiar.

—¿Y tú amigo?. El pelirojo se tocó la oreja como respuesta al tic nervioso que le daba cuando mentía.

—Eh... Tuvo que irse p-pero no se preocupe. El pálido lo miró unos segundos antes de simplemente asentir estando demasiado ocupado en sus pensamientos para razonar esa respuesta.

—Bien, ten, ponte esto.

Probablemente el mayor ni siquiera estaba notando lo mucho que su cercanía parecía afectarle al contrario, le pasó la chaqueta un poco más pequeña que la suya por sobre los hombros y le pidió que esperara mientras terminaba de limpiar afuera con cuidado de no dejarse ver por los paparazzis.

—¿Mejor?. Jungwon asintió.

—Bien, ahora necesito que te pongas esto. Sacó de los bolsillos de su chaqueta un par de lentes oscuros y un cubrebocas.

»Se que puede ser un poco incómodo pero si prometes no decirle a nadie sobre esto yo prometere no decirle a la dueña que entraste sin consentimiento a la parte del personal de su cafetería.

La verdad a Yang no le importaba nada de eso, él estaba genuinamente concentrado en lo perfecto que parecía verse el mayor a tan solo un metro de él, así que simplemente asintió sin darle muchas vueltas a todo.

—Lo prometo.

Procedió a poner las gafas oscuras sobre el puente de su nariz lo más arriba posible y luego el cubrebocas lo más apretado que pudiera.

—Hmm, creo qué... Espera. Jungwon volvió a sentir como su cuerpo parecía tener una descarga de frío en cuanto el platinado puso la capucha del hoodie sobre su cabeza, se tomó unos segundos para acomodar lo mejor posible los cabellos dentro de la tela y luego apretó los cordones con cuidado de no lastimarlo con ellos.

—Ahora sí, vas a agarrarte fuerte de mi brazo y entrarás lo más rápido que puedas al auto ¿bien?. Sunghoon respiró profundo una vez recibió la afirmación silenciosa.

En cuanto el frío de la noche les estampó en la cara Jungwon sintió que se quedaba ciego por unos momentos debido a la cantidad de flashes que impactaron directo y casi a centímetros de sus ojos.

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𝐒𝐓𝐀𝐍 𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 | heesun au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora