058

699 88 8
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.

Ni-ki dió un par de vueltas frente al hospital con lo que Jungwon le había enviado con su primo a primera hora de la mañana, ¿Tenía idea de lo que iba a hacer? No, pero lo que si tenía era una corazonada que, casi siempre, funcionaba a la perfección.

Sin ánimos de perder más tiempo allí con el uniforme de su instituto al que se suponía debía llegar hace dos horas subió los primeros escalones de la entrada, apretó el ramo de narcisos con algo de fuerza y entró, los hospitales eran gigantes así que su plan definitivamente no era buscar piso por piso.

—Buenos días, disculpe, ¿La habitación de Park Sunghoon?. La señorita detrás del recibidor lo miró de arriba a abajo.

—¿Parentesco?. Ni-ki tragó saliva.

—Con Sunghoon ninguno, Sunoo está aquí con él y me pidió que le trajera esto. Mencionó mostrándole las flores de un azul fuerte.

La mujer lo volvió a recorrer con la mirada.

Por favor, por favor que Sunoo esté aquí.

—¿Eres su familiar?. Mierda.

—Sí, somos primos, ¿Me va a dejar pasar antes de que se enoje conmigo, o no?.

Ella no lo pensó mucho más y cedió.

—Adelante, piso 15, habitación 357, área psiquiatría de cuidados intensivos.

—¿Área psiquiatría?. La mujer lo miró raro.

—Sí.

—A-ah gracias.

Después de eso ingresó al ascensor con un mal sabor de boca, pensando en que si realmente era lo que pensaba que tan bien le haría a Jungwon estar haciendo todo eso por una persona que estaba lo suficientemente dañada como para atentar contra si mismo. Se reprendió instantáneamente por ese pensamiento.

Caminó por el pasillo y encontró a la persona que buscaba, solo que dormido, Sunoo estaba sentado mientras recostaba su cabeza sobre la pared, sus manos yacían entrelazadas sobre su regazo y su abrigo en la silla d al lado, así que sin intenciones de despertarlo colocó el ramo sobre el abrigo y se alejó. Ahora tenía un millón de preguntas pero debía llegar lo más pronto posible a clases antes de que fuese demasiado tarde.

.

𝐒𝐓𝐀𝐍 𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 | heesun au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora