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Sunoo se recostó levemente en el espaldar de su sofá, hace algunos minutos había llegado a casa después de estar todo el día haciendo promociones, sus manos seguían sudando constantemente desde hace dos días y por alguna razón la cabeza le dolía.

—Tal vez fue el sol de estos días. Eso y no las vueltas que había estado dándole a su vida desde hace un rato.

Se fijó en sus manos unos segundos notando las palmas húmedas, su cerebro no podía dejar de repetir la sensación de sus dedos rozando la piel contraria, era incómodo por supuesto y quería deshacerse de ella lo más rápido posible aunque eso significara olvidar como se sentían las manos de Heeseung.

Notó que le estaba empezando a tomar una importancia algo estúpida a un evento banal así que simplemente se obligó a caminar hasta el lavabo para enjuagar sus manos lo mejor posible durante los próximos dos minutos a pesar de que en ellas ya no quedaba rastro alguno de las del muchacho.

Su celular que recibía una notificación de vez en cuando, tenía un tono predeterminado para jay y uno para el fastidio con patas de Sunghoon, a veces tambíen recibía mensajes de su manager y para él tenía un tono más común, solía mantener las notificaciones de sus demás redes apagadas o de otro modo el aparato explotaría pero lo que llamó más su atención en aquel instante fueron las notificaciones que llegaron una tras de otra, ocho para ser más específicos.

Terminó de lavarse lo más pronto posible o al menos hasta que no fue capaz de percibir el sudor en la piel y luego de secarse caminó hasta la mesa de centro en la sala donde había abandonado su teléfono, en la pantalla brillaba el ícono de Twitter.

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Sunoo soltó una risita tonta, casi infantil mientras miraba la pantalla de su celular y tal vez en aquél instante no lo notó, no habría manera de saberlo pero era definitivamente el punto que marcaría un antes y después en su vida.

𝐒𝐓𝐀𝐍 𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 | heesun au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora