Para Kara, el mundo exterior era aún un misterio. Pues pese a las imágenes y relatos de Lena, nunca había salido. Y no eran suficientes. Por eso, una noche en la que Lena había dormido temprano y los Luthor habían salido ella escapó.
Saltó por aquella ventana, lastimando sus rodillas pero corriendo lo más rápido que podía. Aunque, sin poder cruzar del portón para afuera pues habría sido detenida por un corrientaso en su cuello por la kriptonita de su collar.
Kriptonita a la que tras años de ser expuesta, ya no tenía casi efecto. Pero eso, solo lo sabía ella y nadie más. Sin embargo, había estudiado bastante los alrededores y había visto unas trampas alrededor del hogar.
Trampas para monstruos... monstruos como ella.
Así que, solo salió lo suficiente como para poder estudiar mejor todo. Para poder estar lista para su huída. Todo debía de ser perfecto. Y así, volvió a la habitación de Lena tras oír murmurros. Había logrado descubrir que tenía habilidades excepcionales, habilidades que la hacían más que todos los demás.
-¿Kara?... ¿Dónde estabas?
La voz soñolienta de Lena la sacó de su pensamiento, haciendo que sonriera un poco, tapándola mejor con la sábana.
-Fui por un vaso de agua, tú tranquila...
Y así, junto a ella, ambas durmieron. El día que les seguía sería la graduación de Lena, y quería que está descansara bien.
[...]
La mañana llegó, eran las seis de la mañana y ya Kara habría despertado a Lena. Y mientras está última se bañaba, Kara preparaba todo. Y una vez salió, no dudó en ayudarla a vestir y peinar, quería que Lena se viera mucho más hermosa de lo que ya era.
-Gracias Kara, eres realmente una muy buena amiga...
-No hay de que Lena, para eso estoy.
Dijo Kara, pero sabía muy en el fondo que no sería por mucho. Una leve sonrisa escapó de sus labios acausa de sus pensamientos.
-Ve, te irá genial... se que sí. Y Lena, estoy orgullosa de ti.
[...]
Algunos años pasaron, seis años más para ser exactos. Seis años en donde Kara había perfeccionado todo. Aunque no todo había sido color de rosa, habían muchas más espinas de las que le hubiera gustado.
Y así era, en esa mansión, las noches se habían vuelto un infierno una vez abandonó esa belleza joven e inocente y una mujer había nacido.
Aún podía recordar cada momento, cada abuso y maltrato.
-...
Y ahí estaba, doblando aquel bate a la mitad como si no fuera nada. Como si una pluma liviana estuviera en sus manos.
-¿Kara?, ¿Estás por ahí?
-Estoy aquí, Lena.
Murmurro bajo, devolviendo el estado anterior del bate mientras se daba la vuelta y caminaba hacía Lena.
Oh, Lena... tan hermosa, tan distinta... Pero al final, más de lo mismo. Por más que la llamó amiga, por más que juró amarla, nunca hizo nada. Nunca hizo nada para detener a su hermano o su padre, nunca la ayudó cuando llegaba al cuarto golpeada y sangrando.
Solo lloraba, era patética. Y aún así... aún así, no podía odiarla. Y se odiaba por eso.
Los humanos solo eran una plaga, una plaga que devora todo a su paso y elimina a lo que no le gusta.
-¿Pasa algo, Lena?
-Ven conmigo...
Tomó su mano, llevandola al punto más alto de la mansión. Y por un momento, mientras veían el atardecer y hablaban con normalidad, Kara se se sintió normal y deseo olvidar su odio.
[...]
-Ustedes... ¿Ustedes lo lograron?
Cierta pelirroja habló, había felicidad en su voz y miedo. Su hermana, su querida hermana estaría de vuelta.
-Traeremos a Kara, Alex. Ella volverá.
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La esclava de Kripton (Supercop)
RandomTodos conocemos la historia, Kara llegó a la tierra en su nave y se volvió la heroína de la Tierra. Pero... ¿Y si así no fue?, ¿Y si no tuvo un final heroico? Y si en otra línea temporal... ¿Ella fuera solo una esclava?