II

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Algo débil, aún por aquella marca en mi espalda y por aquel collar se encaminó hacía la menor de los Luthor. Siempre con su cabeza gacha y encogida de brazos para pasar desapercibida.

Tras un pequeño rato, quizás unos cinco o seis minutos llegó a la habitación. Quedando frente a la puerta, con pocas intenciones de abrirla y conocer a su futura ama y señora. Se debatía tanto en si tocar la puerta o no.... Al final, terminó tocando la puerta, tres toques y un "pase"... una Kriptoniana entrando a donde su señora, una Luthor.

-...

No hubo palabras de parte de la rubia, solo entró y se colocó en una esquina de la habitación. Sentada de rodillas, con la cabeza gacha y sin moverse. Tal y como el Luthor mayor había dicho antes.

Tras unos segundos Lena dirigió su mirada a la chica que se encontraba en el suelo, en una posición bastante sumisa. Curiosa solo le observó, callada y analizando lo que para ella era su nuevo juguete. Después de todo, había estado rogandole a su padre el que le diera su propio alien. Aunque debía de admitir que no esperaba que le entregarán a alguien de quizás su misma edad. Se esperaba almenos a alguien de unos 20 años. Más adulto y preparado para lo que iba a acontecer.

- Eh, niña, ¿Cómo te llamas?

-¿Uh?...

-Tu nombre, no me hagas repetirlo.

-Kara... Me llamó Kara Zor-El.

La Luthor la escaneo, aún estaba con su mirada gacha y su tono de voz era apenas un susurro atropellado. Daba pena.

-Bien... te llamaré Kara solamente. Bueno, para que empieces con tus labores... puedes comenzar limpiando la habitación.

Murmurro, desde su cama y volviendo a dirigir su mirada al libro que tenía sobre energía cuántica. De a momentos miraba a la menor por el rabillo del ojo, un poco curiosa y bastante interesada.

Una parte de ella quería diseccionarla y saber que tenía dentro. La otra parte quería saber más de la chica, estudiarla. Y quizás, solo quizás entenderla.

Todo siguió correctamente, Kara limpiaba la habitación. Sacando el polvo, mapeando el suelo, doblando algunas prendas de ropa. Haciendo eso pese a que su cuerpo ya le pedía un descanso, por el esfuerzo y la debilidad. De apoco, la habitación de Lena empezó a tomar "forma".

-Puedes dejar ya de limpiar y ponerte a dormir. Ahí en el suelo, en una esquina. Y no hagas nada de ruido o sí me enojare.

Fueron sus palabras, algo toscas mientras le lanzaba una tela a la chica para que se cubriera en la noche.

Esa noche, Kara durmió sin problemas... Y Lena, Lena le observó dormir con curiosidad.










Nota:

>Kara tiene 11 años.
>Lena tiene 14 años.

La esclava de Kripton (Supercop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora