En DxD como...

Capitulo 7

Anos: Ya estoy aquí.

Acababa de llegar al cielo, más bien, la casa de Michael y Gabriel. También es el lugar donde Michael hace todo su papeleo, pero bueno. Sin necesidad de esperar me adentre en la casa, después de todo tenía el permiso de los dueños para entrar y salir cuando quiera.

Anos: Debería saludar a Michael primero.

Decidí pasar primero por la oficina de Michael y saludarlo antes de irme con Gabriel al infierno para conocer a Serafall. Después de caminar por unos minutos por la enorme casa llegué a dónde se encontraba Michael y alguien más que reconocí al instante.

Anos: Ha pasado un tiempo, Michael, Raphael.

El otro individuo junto a Michael no era nadie más y nadie menos que Raphael, el otro hermano de Michael.

Michael: ¿Oh? Anos, ¿Cómo has estado?

Anos: Bien, ya saben, lo típico.

Raphael: Es bueno saber eso. ¿Vienes a ver a Gabriel?

Anos: De hecho, Gabriel me dijo que me presentaría a su amiga hoy. Y aquí estoy.

Michael: Ya veo, mi hermana debe de estar en su habitación, hablamos después. Es que tengo mucho papeleo, ya sabes.

Anos: Me apiado de ti.

Michael: Aún me sorprende la velocidad que tenían tu y padre para resolver estos problemas tan rápido.

Anos: Son solo auges del oficio. Nada importante.

Michael: Si tú lo dices.

Anos: Bueno, nos vemos después. Deberíamos compartir unas copas como en los viejos tiempos un día de estos.

Michael: Claro, pero primero tengo que terminar este papeleo.

Anos: Buena suerte con eso..... Nos vemos Raphael.

Raphael: Adiós Anos, que te diviertas.

Anos: Trataré.

Después de despedirme de ambos arcángeles me dirigí a la habitación de Gabriel y toque la puerta.

Gabriel: ¿Si? ¿Quien es?

Anos: Gabriel, soy Anos.

Gabriel: ¡Ah! ¡Anos! ¡Entra, entra!

Con el permiso de Gabriel abrí la puerta de la habitación y me quedé embobado con la imagen frente a mi. Frente a mi estaba Gabriel visitando un vestido blanco puro que hacia contraste con su largo y ondulado cabello dorado y sus blancas y puras alas, haciéndola parecer la representación misma de la pureza y la belleza.

Gabriel: ¿Anos?

Al ver cómo me quedé mirándola fijamente sin reaccionar la puso un poco nerviosa y me llamo mientras se sonrojaba un poco.

Anos: Ah.... Oh.... Perdón, me quedé un poco espaciado.

Gabriel: ¿Estás bien?

Anos: Si, solo me quedé embobado por tu belleza.

Gabriel se sonrojo enormemente al escuchar mis palabras y bajo la mirada avergonzada.

Gabriel: G-gracias......

Anos: B-bueno, creo que deberíamos irnos ya.

Gabriel: ¡C-cierto! ¡Vayamos a ver a Sera-tan!

Anos: ¡Si! ¡Vamos!

Ignorando el vergonzoso tema anterior, ambos salimos de la habitación de Gabriel y nos movimos a una especie de ¿Puerta? ¿Portal? ¿Círculo? No lo sé la verdad, lo único que se es que está cosa nos llevará al infierno.