SR. KIM | NAMJIN

Petricor

"¿Pero porqué sentimos miedo dentro de nuestra felicidad?
Porque sabemos que este lugar solía ser un desierto"
—Sea

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El mundo no podía definirse dentro de significados textuales que pretendían plantear con exactitud cada mínima existencia que formara parte de el.

Para un Shifter carente de vista, escuchar aquellas definiciones podrían darle una idea pero no un sentimiento igual. Podían decirle que el sol era una estrella a miles de kilómetros de distancia llena de un fuego tan infinito que de lejos podía tomarse como luz pero de cerca como el mismo infierno, pero aun sabiendo esto, no podía compararse con la sensación de ver los campos iluminados, los rayos que pintaban de colores las nubes, los arcoiris nacientes después de una tormenta, el brillo en los rostros y mechones de quienes lo rodeaban bajo su luz, las flores que abrían sus pétalos en la primavera o los destellos en el mar que podían observarse desde la playa.

Para un beta era muy difícil comprender el sentimiento inexplicable que pretendía ser expresado en palabras extrañas en enciclopedias de tomos más extensos que el mar.

Sin embargo, esa tarde Jimin pudo recordar el terror más alarmante que podía provocar en su cuerpo escalofríos. No le gustó la sensación, el pánico, las patas de aquellos insectos recorriendo su piel, sus aleteos acelerados haciendo eco en sus oídos, sus cuerpos redondos intentando ingresar por su nariz, sus oídos y su boca, adentrándose con aleteos continuos bajo su ropa y creando ese horrible sonido ensordecedor.

—Aquí es.—Anuncio el Señor Kim antes de encender algunas velas después de que todos hubieran subido, había comenzado a llover y hacia frio. La luz permitió a los demás observar el baño de uso personal de Namjoon ubicado en el despacho, era amplio y en el centro había una pequeña pileta circular. 

Seokjin olfateo de gusto el aroma de su amo impregnado en el lugar y dispuesto a colaborar, ingreso a una pequeña zona anexa que parecia tener lo necesario para preparar el baño, con esencias y cremas y algunas toallas. Empezó a calentar el agua para la pileta mientras Jungkook seguía tomando la mano del Señor Taehyung sin moverse en la entrada, mientras su amo parecía no estar dispuesto a permitirle que se alejara hasta que hubiera revisado cada mínima parte del sitio para asegurarse que ningún elemento podría lastimarlo. Por otro lado, Yoongi mantenía a Jimin en sus brazos mientras propinaba lentas palmaditas en su espalda.

Namjoon termino de encender las velas y entro a la zona anexa cerrando la puerta tras el, se agacho al lado de  Seokjin para revisar si habían suficientes toallas y al observar hacia arriba, noto a la luz de las velas la marca bajo el mentón del cachorro. —Estas herido.—Se levanto de inmediato y rodeo con sus manos su cuello con toda la delicadeza que pudo reunir en su crepitante rabia, subiendo sus pulgares y empujándolos contra su mandíbula para que expusiera la zona. —¿Te duele mi cielo?

—Huh-huh—Nego Jin por lo bajo al tener su boca cerrada. Su amo lo observo y estaba tan cerca con aquella expresión profunda que de nuevo en su estomago se sintieron mariposas revoloteando, fue algo extraño que lo hizo enrojecer. Sin dejar de observarlo, su amo descendió muy lentamente hasta que su respiración acaricio sus labios y luego sintió una sensación húmeda en la herida. 

No tardo en comprender que era la lengua del Señor Kim, húmeda y caliente que subía y bajaba con tal lentitud que su corazón se acelero al punto del colapso, estaba seguro de que en cualquier momento podría desmayarse porque cualquier mínimo sentimiento y sensación con su amo se volvía una montaña de ellos.