Reino Lykos – 1947
Los dedos de Seokjin se deslizan por las teclas del gran piano forte que está en el salón polvoriento y abandonado. Tiene puesto su usual pañuelo blanco en el cabello, una camisa blanca arremangada y los pantalones elegantes de tela fina, rectos hasta cubrir parte de los zapatos perfectamente cepillados de cuero y de atar.
Los acordes son continuos en una escala que asciende con cierta rapidez y luego, se suaviza en dos tonos más, como si jugara y luego se detuviera, como el chapoteo continuo del agua de lluvia en una hoja hasta que no quedan mas que pocas gotas descendiendo con letardo hasta las rocas.
Más que todo crea melodías para su amo, quien aun esta furioso por el ataque y gruñe molesto por los trabajadores que cubren los orificios de las paredes, aunque solo estén haciendo su trabajo. Los oficiales ya se han marchado en el atardecer después de haber revisado por completo el lugar en busca de criminales.
Pero para Namjoon no es suficiente, aun sigue molesto, aun su olor es amargo y recorre el lugar como hiedra venenosa, poniento tensos a los hombres que intentan hacer su trabajo y observan de soslayo la posible aparición del mayordomo, como si fuera un ángel que calma la bestia. Finalmente se marchan y al recibir su pago, salen de la casa cuando las estrellas brillan en el cielo.
Jin ha tenido suficiente de dormir y descansar por órdenes de su alfa, por lo que se encuentra ahí decidido a limpiar el lugar. Pero en ese momento observa sus dedos sobre las teclas polvorientas y sus orbes se detienen en aquel anillo de banda de oro, cuyo zafiro azul ovalado parece agua oscura, quieta e imperturbable que en cualquier momento se desbordara ante el mínimo movimiento.
Es como un hermoso espejo que refleja el rostro de quien lo posee, pero más allá de eso es un regalo, un regalo de su señor. Para Seokjin no es importante que material sea, ni su valor monetario ni su historia (la cual desconoce), lo único que su joven e inexperto corazón entiende es que es un regalo, el primero que ha recibido en toda su vida.
Y es de su amo.
Por tal razón, no se lo quitara jamás.
Al despertar sobre el medio día el señor Kim simplemente le había respondido ante su pregunta sobre el objeto: Es tuyo, para siempre, es un regalo.
Y Jin simplemente había sonreído, admirado el anillo en su dedo y acercado ambas manos a su corazón con reverencia. —Gracias, lo llevaré conmigo todo el tiempo.
Se levanta después de haber revisado que el piano sigue en perfectas condiciones y observa su alrededor. Se encuentra en el salón de baile, una vez un hermoso lugar para todos aquellos amantes que bailaban en fiestas aristocráticas, lleno de música, susurros y besos apasionados.
Jin observa el techo lleno de nubes y ángeles desfigurados que habrían asustado a mas de un omega, pero el encuentra que están llenos de secretos los pequeños querubines y se pregunta que observaron desde ahí, pintados como el infinito cielo.
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SR. KIM | NAMJIN
FanfictionKim Seokjin es un mayordomo del clan beta y ha sido entrenado durante años para servir a un alfa durante toda su vida. Excepto que no esperaba ser asignado al frío, cruel y sombrío alfa Kim Namjoon. Aquel al que todos los betas temen, aquel que jamá...