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Steve arrancó el auto nuevamente. Estaba sumamente preocupado, aunque sabía que estarían bien si estaban juntos.

—Steve —Nancy llamó su atención. Él la miró con las cejas alzadas, para que continuará.— ¿Estás bien? —Preguntó, mirándolo preocupada.

—Solo... Estoy nervioso y preocupado... No quiero que le pase nada a los niños —Él respondió. Ella asintió con calma.— ¿Y tú estás bien? —Preguntó

—No realmente —Respondió con un suspiro cansado, ella volvió su mirada a la carretera.— Aunque nadie lo está —Señaló mientras miraba hacia atrás. Steve miró por el retrovisor. Robin estaba sentada frente a Carol en la pequeña mesa del remolque, Eddie y Dustin sentados uno junto a otro donde antes estaba Erica.

—Espero que ésto salga bien —Añadió Steve, tratando de no pensar en la promesa que había hecho inconscientemente sobre decirle sobre sus sentimientos a Eddie. Alejó esos pensamientos, no era el momento para una crisis.

—Todos esperamos eso —Respondió Nancy. Ella volvió a mirar al frente y un silencio tenso se asentó entre ellos. No habían tenido la mejor interacción desde lo que pasó hace tres años, (Si, exactamente, la fiesta de Halloween) pero no sé odiaban. Al menos era lo que Steve pensaba, porque el no la odiaba.

Siguió conduciendo en silencio hasta la carretera que estaba cerca del campo de casas rodantes. Ahí llegarían donde había un extraño espacio para entrar con un auto como el que estaban usando en ese mismo momento, lo estacionaria ahí y llegarían caminando desde ahí hasta el remolque de Eddie.

Tramos y tramos de árboles estuvieron a la vista durante unos buenos minutos, hasta que a lo lejos lograron dislumbrar la mata de árboles cortados muy conocida para algunos de ellos.

Steve estacionó con cuidado el remolque y pronto todos estuvieron abajo, con varias bolsas llenas de armas y herramientas en ellas.

—Esto va a ser muy cansado —Susurró Dustin, comenzando a caminar. Todos comenzaron a caminar detrás de él.

Las ramitas pisadas por pies entrometidos, hacían estremecer a cualquiera que las escuchara, ya que el silencio era muy, muy, denso.

Pronto estuvieron en una extraña formación donde Carol y Nancy estaban al frente, Dustin y Robin en medio y Eddie y Steve hasta atrás.

Siguieron en silencio, no queriendo llamar la atención de alguien, o en el horrible caso de algo. Después lograron dislumbrar la forma del remolque de Eddie. Por suerte, el hombre todavía tenía la llave, pero había un gran pasador en la puerta.

—¿Para que es ésto? —Preguntó Steve en un susurro señalando el cerrojo en cuestión. Eddie lo miró de reojo y volvió a lo suyo.

—Solía escaparme a fiestas cuando era más pequeño, mi tío se dió cuenta y durante las noches, hasta hace tres años, cerraba la puerta por fuera —Respondió brevemente. Steve asintió.— Fue imposible salir con esa cosa ahí.

Entonces abrió la puerta de golpe. Algunas cosas seguían en su lugar, como sillas, la mesa, algunas repisas, la televisión y tapetes. Pero cosas como tazas, cuadros y VHS habían desaparecido. Eddie parecía completamente sorprendido y a la vez asustado por tal cambio.

Dejaron las bolsas en el suelo, cerca de la puerta de entrada, entonces miraron hacia arriba. Estaba el portal, con toda esa substancia viscosa escurriendo de ella. Carol tomó una de las lanzas y la clavó, cortando su longitud. Todos se alejaron con disgusto cuando esa asquerosa substancia cayó sobre ellos.

Dustin, sin que los demás se dieran cuenta, se acercó y observó atentamente.
—Bien... Ésto, literalmente, rompe todas las reglas de la física —Mencionó, mirando el mismo suelo en el que estaban parados, pero con mucha suciedad y algunas raíces.

Pesadillas Al Acecho ||Stranger Things - Harry Potter (Crossover)||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora