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Eddie giró, para encontrarse con la habitación oscura. Ningún ruido, ninguna voz, solo él en algún tipo de vacío.

-Eddie... -Una voz susurró de su lado derecho. Y mierda, al menos tenía la esperanza de que no fuera Vecna, ya que era la misma voz que escuchó.



































Nancy volteó y notó el rígido cuerpo de Eddie, aún agarrando el pomo de la puerta principal. Le dió una palmada en el hombro, esperando que se moviera, pero no o hizo.

Lo tomó por los hombros y lo movió algo bruscamente.

-¡Mierda, Eddie! -Gritó sorprendiendo a todos, los cuales giraron para verlos.


































Eddie movió la cabeza hacia la dirección del sonido, encontrándose con un pequeño niño. Su cabello marrón estaba bastante largo y tenía algunos pequeños rizos, su piel morena estaba algo pálida.

Tenía los ojos cerrados, por lo que podía decir que parecía él. Pequeño y moreno, definitivamente, así que esas características desechaban su teoría. Él siempre había sido pálido y blanco como la leche.

-Uh... ¿Hola? -Susurró Eddie, tratando de no asustar o enojar al niño frente a él. El chico abrió sus grandes ojos.

Y, Dios mío...

-¿Harry? -Preguntó arrodillándose frente a él, posando una de sus grandes manos en una de las mejillas del pequeño Harry. El niño solo sonrió.


































Nancy lo sacudió una vez más, lamentando un poco cuando escuchó la frente de Eddie chocar con la puerta. Hizo una mueca por el sonido, por lo que decidió alejar a Eddie de ahí.

Primero logró, con ayuda de Max, hacer que Eddie soltara el pomo, luego Sirius lo levantó con algún hechizo y lo llevó al centro de la había. Habiendo cortado una discusión con Jane, argumentando que necesitaban sus poderes al cien por ciento para poder combatir y cerrar el portal.

-¡Música! -Gritó Nancy, preocupada, mirando el rostro de Eddie. El podría ser un pie y medio más alto que ella, pero no le importaba.- ¡Necesitamos música! -Volvió a gritar. Estaba decidida a no dejar morir a su alma gemela platónica.



































Éste Harry era bastante tierno y sus ojos mostraban más inocencia de lo que sus ojos actualmente mostrarían. Tenía unos grandes ojos saltones de un bonito verde bosque, sus cachetitos lo hacían ver muy abrazable.

-Hola Eddie -Dijo el niño con una gran sonrisa.- Él Harry mayor me envió -Eddie miró al pequeño frente a él con confusión.

-¿Harry Mayor? -El pequeño asintió, sin dejar de sonreír. El niño tomó su mano y jaló, esperando a que lo siguiera. Eddie se levantó y ambos comenzaron a caminar.

-Él está en peligro, al igual que ustedes -Comenzó a explicar el pequeño Harry.- Los otros dos Harry me dijeron que ya que soy el más pequeño, tengo el alma más pura, por lo que era más fácil escapar de Vecna -Eddie quedó sorprendido por esa información.

-Es algo llamado Fragmentación de alma -Dijo el pequeño, pareciendo notar su confusión.- Nada comparado a lo que hizo Voldemort, definitivamente no -Asintió para si mismo.

-¿A qué te refieres? -Preguntó Eddie. Nadie había llegado a contarle esa historia completa.



































Pesadillas Al Acecho ||Stranger Things - Harry Potter (Crossover)||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora