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Carol, Nancy y Robin estaban en dirección a la casa Creel, caminando lentamente hacia otras casas, tratando de esconderse para que ninguna criatura las escuchara.

Inmediatamente la fuerte melodía de una canción que no conocían sonó a lo lejos, donde supusieron, era la casa de Eddie.

Trataron de no alertar demasiado a los murciélagos que comenzaban a volar en dirección del sonido, pero las raíces dejaban cada vez menos espacio para pasar, por lo que decidieron buscar alguna carretera para poder pasar más fácilmente.

Y no es que fuera muy difícil, pero fue bastante tardado llegar hasta ahí. Entonces, una vez que llegaron, caminaron y caminaron hasta que lograron dislumbrar uno de los vecindarios, pero versión terrorífica.

Todavía les quedaba mucho por caminar, por lo que entraron a una de esas casas para ver si encontraban algún vehículo. Por suerte encontraron dos bicicletas y un par de patines de dos ruedas a cada lado.

—Yo usaré los patines —Dijo Carol, tomándolos y rápidamente poniéndoselos, acomodándonos de una manera que no fuera muy dolorosa para sus pies.

Así comenzaron una vez más con su recorrido, pero con algunos descansos para los adoloridos pies de Carol.

Una vez frente a la Casa Creel del Upside Down, las dos chicas bajaron de sus respectivas bicicletas, mientras que Carol hacia un rápido cambio a sus zapatos, y los dejaron fuera de la casa.

—¿Es prudente entrar ahora o esperamos un poco más? —Preguntó Carol, mirando de arriba a abajo la casa, con una expresión de desagrado constante.

Nancy revisó su reloj y encontró que habían pasado al menos 17 minutos desde que llegaron.

—Creo que esperar sería mejor, porque ¿Qué tal si todavía no ha poseído a nadie? —Susurró Robin, mirando con mucha atención las ventanas superiores de la casa.

—¿Pero y si hay trampas? Nos llevará más tiempo llegar a él —Respondió Nancy, mientras recibía un asentimiento de Carol. Entonces decidieron entrar.

Mientras tanto, unos minutos antes, en la versión correcta del pueblo, todos estaban escuchando a Harry tomar una respiración.

—Uhm... ¿Hola? —Dijo en voz baja.— Aún no entiendo porque me elegiste a mi, pero supongo que siempre hay una razón para hacerlo. —Soltó un pequeño suspiro.

—Tenías razón... Sobre Cedric, ¿sabes? —Dijo, mientras trataba de evitar sentir pánico, no quería recordar eso.— Estaba tan celoso de que él pudiera estar con Cho... Incluso la invitó al baile de navidad antes de que yo lo hiciera. —Su garganta se cerró levemente con dolor.

—Pero... Él no merecía morir —Dijo en casi un grito, desesperado apretó sus manos con fuerza, dejando que sus uñas se clavaran en la mano contraría, dejando pequeñas marcan en forma de media luna ahí.— Voldemort me buscaba a mí —Su voz se quebró.

La mirada de sorpresa de todos ahí lo abrumó aún más, que abrazo sus piernas con fuerza.— Se que fue completamente mi culpa... Yo- Yo le dije q-que tomáramos la copa juntos, pero él... Él no quería pero al final lo hizo... Y-Y entonces...

«Yo debí haber muerto ese día, no él —Repitió, parecía algún tipo de mantra no relajante. Su voz sonaba completamente desesperada.— Voldemort me buscaba a mi, pero él iba junto conmigo y entonces tuvo que matarlo para que nadie supiera lo que había hecho. Y cuando Pettigrew fue ordenado para que lo asesinara... Yo, simplemente... No hice nada, me quedé ahí, parado como un idiota...

«Pero también... Sentí algo de satisfacción, porque entonces Cho no tendría con quién salir y la podría invitar a Hogsmade a tomar un café o ir a alguna librería —Se sintió tan disgustado consigo mismo por haber pensado eso después de haber salido de la enfermería de Hogwarts.— E intente salir con ella, pero, simplemente no conectamos. Me sentía tan culpable y horrible de verla llorar cada vez que Cedric era mencionado, que simplemente no pude y la dejé, aunque fui muy grosero al respecto con ella.

«A veces... Desearía que Voldemort me hubiera matado ese día... Desearía no haber luchando contra él, porque así no cargaría el peso de la muerte de Diggory y no habría hecho sentir mucho más mal a Cho —Sorbio con tristeza los mocos que amenazaban con arrastrarse fuera de su nariz.— Y además, porque entonces todas las personas en el estúpido mundo mágico no me habrían culpado, porque los dos estaríamos muertos. —Lágrimas de frustración corrían libremente por su rostro.

Harry no podía ver las caras de los demás, y estaba bien, porque no quería ver sus expresiones de disgusto en ellas; pero comenzó a sentir algo diferente en la sensación del lugar...

—¡Harry! —Gritó Max, levantándose de golpe para acercarse al chico. Él estaba en transe, sus ojos en blanco, muy aterradores; también tenía algunas lágrimas cayendo por su rostro, ella las limpió con cuidado. Estaba asustada, no quería que Harry muriera, se había encariñado tanto de él; pero no tenían nada que hacer por ahora, más que esperar.

—Oh, mierda —Susurró Lucas, mirando por la ventana. Todos se acercaron rápidamente y vieron a Jason Carver salir de una camioneta estacionada frente a la casa, dirigiéndose hacia la puerta de entrada. Sus amigos también salieron, pero comenzaron a dispersarse por el patio.

—¡Sal de ahí, Munson, sé que estás aquí! —Escucharon la voz del rubio fuera, ahogada por la paredes de la casa. Lucas iba a salir, pero Tommy lo agarró con fuerza por el brazo.

—No te atrevas a salir, Sinclair —Susurró amenazantemente. Él chico asintió y regresó a su lugar; pero pisó una tabla y ésta soltó un crujido, desgraciadamente, muy fuerte.

—¡¿Estás ahí arriba, no es así, cobarde? Escondiéndote como una rata! —Gritó Jason con furia. Tommy hizo una mueca, mientras Lucas se quitaba de ahí con un crujido más.

El pecoso señaló un lugar alejado para que se escondieran. Parecía ser una especie de armario, pero no específicamente para guardar ropa. Algo para cosas grandes, como maletas.

Erica y Lucas entraron ahí, pero eran lo bastante tercos como para seguir asomando la cabeza para poder observar.

Max se había escondido detrás de la mesa, por suerte estaba completamente cubierta por la oscuridad. Lo que más les preocupaba era Harry, porque estaba completamente tieso y no podían moverlo para que Jason no lo viera.

Pasos resonaron a través del ático...

Harry se giró para mirar a Max, que para su sorpresa se había alejado de él, mirándolo con disgusto.

—¿De verdad hiciste que mataran a alguien? —Preguntó completamente disgustada, mirándolo con el odio claramente en su expresión.

—¡Max, yo no...! —

—¡Claro que lo querías, tu mismo lo dijiste!—Ella se acercó y le proporciono un fuerte golpe en la mejilla, dejando que el mirara hacia otro lado con su mejilla ardiendo. Tommy, Lucas y Erica habían desaparecido.

Vecna lo tenía...




Pesadillas Al Acecho ||Stranger Things - Harry Potter (Crossover)||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora