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—Ey, Eddie ¿estás bien? —Preguntó Robin, mientras seguía al mencionado.

—¡No, Robin, no estoy bien! —Casi gritó, pero se contuvo por el bien de Sirius, que estaba dormido.

Robin podía entender el dolor de Eddie, obviamente hasta cierto punto. Ella nunca amó a Steve de la manera en que él lo hace. Él fue su mejor amigo, su alma gemela platónica, su hermano, prácticamente su todo, si lo quieres ver de esa manera. Y hasta ahí se quedó, solo en una relación platónica. Por lo que no podía entender a Eddie en ese campo.

Se quedó ahí, parada torpemente, no sabía que hacer. Jamás había pasado eso. Con Steve siempre supo exactamente qué hacer para hacerlo sentir mejor. Ahora se da cuenta no era tan fácil con otras personas. Solo era más fácil porque Steve era, exactamente, su alma gemela platónica con P mayúscula.

—Lo siento... Solo... Lo vi morir, ¿Sabes? —Susurró él. Ella asintió y le tomó la mano como para que el entendiera, que de alguna manera lo entendía.

Ella no era la más cariñosa del mundo, pero en algún momento lo fue con Steve, su muerte la había destrozado de una manera extraña, incluso para ella misma. Él prácticamente lo sabía todo sobre ella y ella sabía todo sobre él. O aparentemente casi todo.

Sabía un poco sobre sus problemas en casa y con sus padres, por eso la mayor parte del tiempo estaba con él. Pero no sabía cosas como los suplementos. Ella no quería que Steve se sintiera presionado a hablar, por lo que el tema nunca había salido.

Se sentía estúpida por no haber investigado más por su cuenta y haber podido sacar a su mejor amigo de ese infierno.

Y, aparentemente, su salvación del silencio incómodo, llegó a ella. Nancy Wheeler apareció detrás.

—Hola... ¿Todo bien? —Ambos la miraron y ella se quedó ahí, observando pacíficamente a Eddie. Ella la miró atentamente y notó está energía extraña entre ellos. Eddie asintió, relativamente incómodo frente ambas.

—Está bien... ¿Por qué no hablan a solas un rato? Los acompaño a la habitación de Steve —Tomó por la espalda baja a ambos y los empujó escaleras arriba, hasta la habitación de su amigo. Aunque era un poco claro que era de él, ya que tenía un cartel que decía 'Steve' en la puerta.

—Eso no estaba hace tiempo —Susurró Nancy, viendo con curiosidad el letrero. Eran de un cartón bastante mal cortado y parecía que un arcoiris había caído sobre él.

—Oh, eso lo hizo Holly —Nancy parecía sorprendida de que su hermana hubiera hecho eso.— Steve y ella lo hicieron —Corrigio.— Incluso la habitación no es la misma desde hace dos años —Dijo Robin con una sonrisa triste.— Ya lo verán —Les dió una palmada a ambos en la espalda y bajó las escaleras.

Eddie y Nancy se miraron y luego vieron a Robin mirarlos con una sonrisa divertida, pero siguió teniendo ese toque triste. Les dió un saludo y bajó rápidamente las escaleras.

—Las damas primero —Dijo Eddie con una sonrisa, haciendo una floritura bastante exagerada. Nancy soltó una pequeña risa y abrió la puerta, inmediatamente encendiendo la luz.

Ambos quedaron prácticamente sorprendidos por la vista que los recibió.

—Bueno... Ésto no es nada de lo que esperé que estuviera dentro de la habitación de el rey Steve Harrington —Dijo Eddie, con una sonrisa, mirando a su alrededor.

—Bueno... El cambio es bastante... Agradable —Respondió ella. Eddie la miró con sorpresa y ella se encogió de hombros.— Antes tenía éste papel tapiz azul con cuadros blancos... Era horrible —Eddie aparentemente pensó lo mismo porque se estremeció visiblemente.

Pesadillas Al Acecho ||Stranger Things - Harry Potter (Crossover)||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora