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Quería hacer esto específicamente con dottore porque, ¿Quién no quiere a este desquiciado?
Así que voy a escribir guiándome de cómo creo que seria Dottore y también de otras personas que leí pero solo por como serian sus reacciones, solo por e...
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Como la primera historia se basa algo así, lo vuelvo hacer claramente con reader fem pero varias cosas cambiadas. Voy a tomar el "es fatui" de una firma diferente. Más allá de que se encuentre con Dottore siéndolo. Yo me entiendo :b
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Corrías por los largos pasillos de la Akademiya Sumeru, con varios libros en mano.
Esquivabas a todos los estudiantes como profesores, no te detenias por nada.
— Señorita Xienna! — Regaño uno de los profesores al verte correr.
Reiste siguiendo tu camino, antes de doblar disminuirse la velocidad. Doblaste ya estando caminando.
Con cuidado acomodadas tus mechones, maldecias por no haber encontrado tus ligas o varas para atartelo.
Respirable hondo con una gran sonrisa, tocaste varias veses la oscura madera. Desde dentro se escucho un "adelante" a lo que al instante abriste emocionada.
— Abuelo~! — Tarareaste dulcemente a ver al mayor.
— Xienna, mi niña. Pasa pasa! — Sonrió.
Entrarte a saltitos, dejando todos los libros sobre el escritorio. Dando la vuelta luego para abalanzaste hacia tu abuelo.
El acepto gustoso tu abrazo, contento claramente por tu visita. Tranquilo de si cajón saco unas varas finas de oro bien declaras.
Te diste vuelta y dejaste que te peinara, te hiso un rodete de lado dejando un gran y largo mechón suelto que caía sobre tu hombro.
— Como te fue? — Preguntó al terminar.
— Muy bien! Sabias que hay una mínima pero gran posibilidad de que en cien años aparezca una nueva flor? — Te acercaste a tus libros — Según vi, puede ser un híbrido entre la rosa de sumeru y la Kalpalotus! O loto Kalpalata —
Mostraste las paginas que estaban dichas flores, seguido de abrir tu libreta con posibles prototipos de dicha nueva especie.
Tu abuelo te miraba con dulzura, apreciando tus dibujos e investigación.
— Para haber investigado por un día no esta mal, viste algo más, pequeña? — Preguntó
Tu boca se abrió y sin poder decir algo la puerta se abrió de golpe. El quinto director entró tomando de la ropa de un estudiante.
— Señor Dae! El joven Zandik no deja de causar problemas! Hay que expulsarlo de una vez! — Hablo entre enojado e irritado.
Ambos voltearon en su dirección, pudiste ver claramente como su enojo se desvaneció, su rostro se volvió pálido al verte. Tal y como si su alma abandonará su cuerpo.
Tus ojos se cruzaron con lo del estudiante a su lado, alto y delgado usando la característica vestimenta verdosa. Ojos rojizos y cabello ondulado color celeste. Bastante lindo a tu parecer.
