乂✰𝔇𝔦́𝔞 𝟽: 𝔡𝔦́𝔞 𝔡𝔢 𝔟𝔬𝔡𝔞✰乂

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Todos andaban corriendo de un lado a otro preocupados, querían que todo saliera bien en la boda.

Erwin me había pedido matrimonío hace unos meses y le dije que sí, asi que estamos aquí esperando a que llegue la hora donde por fin diremos que sí.

-Erwin, ¿Estás ahí?- dije delante de la puerta.

-Sí, ¿Qué pasa?- dijo del otro lado de la puerta.

-Nada, solo quería hablar contigo.-

-¿Es algo grave? ¿Quieres cancelar la boda?-

-No seas idiota, claro que no. Solo queria hablar contigo porque estoy un poco nervioso.- dije esto último más bajo.

-Claro, yo tambien estoy algo nervioso.-

-¿Puedo entrar?-

-No, ¿Acaso no sabes que verse antes de la boda es de mala suerte?-

-No creo en esas estupideses, Erwin.-

-Pero es mejor evitar cualq-

Ignore lo que dijo y entre igual.

Erwin se veia muy bien, por lo que no pude evitar sonrojarme. Traía un smoking negro con una corbata azul. Su cabello rubio estaba ordenado y se veía como oro brillante. Su sonrisa brillaba como la luz de la luna. Se veía jodidamente hermoso.

-Te vas muy lindo, Levi.-

-Tu tambien, Erwin.- dije mirando a otro lado, intentando ocultar mi sonrojo.

-Se sipone que no debias entrar.-

-Tu sabes que eso no me importa.-

-Sí se, pero se supone que seria sorpresa.-

Ambos nos sonrojamos en silencio.

-¿Por qué quisiste casarte conmigo?- pregunte timidamente -Realmente no tengo mucho que ofrecerte y mi personalidad es una mierda.-

-Porque te amo. Te amo así como eres. Con esa personalidad de mierda como dices tu, cuando a mi me parece hermosa. Pese a que eres algo violento nunca lo has sido conmigo y siempre me proteges. Siempre me comprendes y apoyas sin importar las consecuencias o si es peligroso. Siempre estas para mi y eso es lo que amo de ti, amo toda pequeña cosa de ti, Levi.-

Estaba avergonzado, muy avergonzado por todo lo que dijo.

-Gracias.-

-¿Por qué?-

-Porque ya no estoy nervioso.-

-Me alegro.- dijo con una bella sonrisa en los labios.

Pensaba besarlo, pero antes de que pudiera Hange me encontro y me llevo a otra habitacion, maldita cuatro ojos.

-¿Acaso no sabes que no se pueden ver antes de casarse?-

-No me importa.-

Suspiro agobiada y se fue.

Cuando por fin toco la hora de casarnos, que tuvimos que esperar 2 horas porque habian metido al padre en carcel por conducir borracho, por fin nos podemos casar.

30 días de EruriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora