-Es como la ropa.- suspire frustado -Ninguna de tus opciones sirve, Hange.-
-Pero no la has escuchado todas.-
-Esta bien, pero que sea la última.-
Se quedo pensando por unos segundos.
-Erwin... ¿Qué te parece?-
Mire al gato intentando buscarle cara de Erwin, y al parecer si le quedaba bien el nombre.
-Creo que esta bien.-
Acaricie la cabeza del gato, por lo que se froto contra mi con cariño.
Era un lindo gato de color blanco con toques rubios, algo adorable y manso. Supongo que sera una cómoda mascota, aunque necesitara cariño al parecer.
-Entonces, hay que comprarle un collar e inscribirlo como tuyo.-
-Sí. Y ponerle todas las vacunas, sanatizarlo y limpiarlo.- le hice cariño en los orejas -Odio la suciedad y esta bola de pelos no sera la excepción.-
-Esta bien, aunque no olvides que es un gato, Levi. No seas tan malo con él.-
-Es un principio universal limpiarse, es cosa tuya si no te duchas.-
-Malo.- hizo un puchero.
Después de despedir a Hange abraze al gato suavemente y le hize cariño.
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-De verdad eres muy molesto, no puedo creer que me costara 56 yenes ponerte todas las vacunas.- dije jalando la oreja de Erwin.
-Tendrá que tomar mucha agua.- dijo el veterinario -Si tiene algún sintoma o salpullido, traigamelo, me llamo Mike.-
-Ya veo. Muchas gracias.-
Tome al gato en brazos y salí de la veterinaria. El veterinario era amable, incluso me dio un descuento del 15% por las vacunas, siendo que fueron 5 las que le tuve que poner.
-¿Qué tanto has comido? Eres jodidamente gordo.-
Pasamos a una tienda de conveniencia a comprar un par de cosas. Como no podía llevar las comprar y al gato lo deje en el suelo, esperando que me siguiera. Después de pagar las compras busque a Erwin para tomarlo en brazos pero no lo encontre.