-Muy bien, me unire a los cuerpos.-
Note como el bastardo esbozo una sonrisa antes de irse y obligarnos a ir con ellos.
No era nada personal, pero lo convertiste es personal, Erwin Smith, y te mataré y te haré sufrir, bastardo.
Era una promesa, una que cumpliria para que podamos vivir en la superficie.
-Buenos días, Levi.- claramente la ignore -¿Hoy también estás molesto? Siempre lo estas, ¿Por qué?-
-No te importa.-
Sin desayunar me fui de ahí.
No estaba interesado en desayunar, ni hace amigos, lo único que quería hacer era matar a Erwin, debía cumplirle la promesa a Farlan e Isabel, al menos eso les debía, después de todo, no pude salvarlos y... Por mi culpa murieron.
-Buenos días, Levi.- me sonrio, y yo solo lo ignore -¿Hoy también te encuentras enojado?-
-Qué te importa.- lo empuje para pasar, aunque el me agarro del brazo -Sueltame.-
-No has estado desayunando, me conto Hange.-
-Eso no te incumbe.-
-Te podrías desmayar y poner en riesgo la misión, podrías incluso morir en el exterior.-
-Eso sería mejor, ¿No lo crees?- me solte de su brazo -Dejame en paz.-
Me fui caminando de ahí, lo que menos quería era hablar con él. Desearía no estar aquí.
Pero, quisiera saber que lo motiva a hacer eso, a sacrificar personas como si solo fueran simple peones de ajedrez, y, especialmente, como pudo ver atra vez de mi.
Me apoye el la pared porque me sentía un poco mareado, caí al suelo de rodillas, y antes de darme cuenta, vi todo negro y caí inconciente.
Parpadeé un poco antes de abrir mis ojos, intentando acostumbrarme a la luz.
-Despertaste.-
No puede ser.