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Los rayos de sol empezaron a salir, el príncipe comenzó a abrir los ojos, su mirada se encontró con la del azabache, quien lo veía atentamente y le sonrió, el corazón del peliplata latió con más rapidez, al ver aquella sonrisa y esos ojos que lo veían con profundidad.

— Tus mejillas son hermosas. —Dijo el azabache al observar las mejillas sonrojadas del peliplata, esto provocó que él se sonrojara aún más, así que se cubrió con la sábana causando que Obito se riera.— Ay vamos, no seas tímido. —Destapó al peliplata para luego besarlo.— Eres lo más hermoso que hay en este podrido mundo.

— El mundo es hermoso Obito... —Mencionó Kakashi acariciando la mejilla del azabache.— Ya debo irme... —Dijo tratando de levantarse.

— Quédate un rato más... —Susurró abrazándolo y escondiendo su rostro en el cuello del peliplata, luego lo miró a los ojos y le dio un dulce beso.

— Me encantaría pero tengo deberes... —El azabache solo resopló.— Los reyes Nohara se van hoy.

— ¿Oh enserio? —Dijo un poco emocionado.

— Sí, irán a preparar todo para mi fiesta de compromiso.

— Te vas a casar... —Murmuró el azabache frunciendo el ceño.

— Si... —Contestó un poco desanimado, luego se puso de pie envolviendose con una sábana.— Debo hacerlo.

— ¿Aunque no seas feliz?

— La alegría de mi pueblo es mi felicidad... —Contestó Kakashi, Obito solo rodó los ojos.— ¿Puedes salir? Voy a vestirme...

— ¿Eh? —Obito se puso de pie sin importarle mostrar todo su cuerpo ya que no tenía ninguna prenda, el rostro del peliplata se puso totalmente rojo, lo que causó ternura en el azabache y se acercó dándole un apasionado beso, luego acarició su mejilla hasta llegar al mentón, Kakashi volteó a ver hacia otro lado.— Anoche conocí todo tu cuerpo, Kakashi... —Le dio un beso en el cuello.— No tienes que esconderte de mí...es más, déjame ayudarte, a vestirte.

Kakashi no tuvo otra opción que permitir que Obito le ayudara ya que este agarró la ropa, luego el azabache se vistió con un pantalón negro y una camisa manga larga del mismo color, encima se puso la capucha, el peliplata solo arqueó una ceja.

— ¿Qué? Soy sensible al sol y tú también llevas una capucha. —Mencionó el azabache aunque a diferencia de él Kakashi no cubría su cabeza, luego caminó hacia la puerta, la abrió para que el peliplata saliera primero.

— ¿Te llevo a algún lado? —Preguntó Kakashi soltando las riendas de su caballo, quien inmediatamente relincho y se acercó a Obito colocando una de sus patas delanteras en el pecho del azabache tirándolo al suelo.— ¡Raikiri no! —Agarró las riendas del caballo alejándolo de Obito.— Lo siento...

— Creo que no le agrado a tu corcel... —Mencionó Obito poniéndose de pie, tal vez no le gustó la manera en que lo llevé al cementerio...

— No entiendo porque, raikiri es muy amable.

Posiblemente me considere una amenaza, después de que vió mis colmillos y el hecho de que lo hice correr asustado, hasta que terminó enredado en una raíz.

— ¿Obito?

— ¿Ah? ¿Decías?

— Jajaja olvídalo, adiós.

— Adiós no su majestad, hasta luego. —Dijo sonriendo.

— Por supuesto.

Kakashi sonrió y se subió al corcel , Obito lo vio alejarse dando un suspiro recordando lo de la noche anterior, Kakashi era tan hermoso, no cabía duda, ese lindo príncipe se convertiría en su pareja de por vida, aunque no estaba seguro si debía transformarlo, pero ahora imaginarse un mundo sin el peliplata era terrible, bien, por los momentos no pensaría en la inmortalidad.

Amor Inmortal (ObiKaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora