𝐌𝐨𝐫𝐞 𝐓𝐡𝐚𝐧 𝐎𝐧𝐞 𝐋𝐢𝐟𝐞; Five H.

¿Exempleadora?

M A R A

Cinco, por desgracia, lo encontramos en una biblioteca ebrio junto con Delores, Cinco esta bastante ebrio y Delores bastante molesta. En estos momentos estamos llevando a Cinco hacía un lugar seguro. Luther carga a Cinco y Cinco carga a Delores.

- No podemos volver a casa. —Dice Luther—No es segura. Esos psicópatas podrían volver en cualquier momento.

- El gimnasio está más cerca. Nadie lo buscará ahí. —Dice Diego y Cinco eructa.

- Si me vomitas encima...—Empieza decir Luther.

- ¿Sabes que es chistoso? —Pregunta ebrio Cinco—Estoy en la pubertad —Resopla—Otra vez. Me tomé hasta la última gota. Eso es lo que haces cuando el mundo que amas se va al demonio. Puf, adiós. —Se queda callado unos segundos—¿De qué estaban hablando?

- Dos enmascarados atacaron la academia anoche. —Dice Luther.

- Te buscaban a ti —Dice Diego—Así que concéntrate. ¿Qué quieren?

- Son Hazel y Cha-Cha —Responde Cinco a lo cual me sorprendo un poco.

- ¿Quienes? —Pregunta Diego.

- Odio los seudónimos —Dice Luther.

- Son los mejores. Sacando a Cinco, Claro —Digo viendo a Luther.

- ¿Mejores en qué? —Pregunta Luther viéndome, estaba a punto de responderle, pero Cinco volvió a hablar.

- ¿Saben? Ella siempre odiaba cuando bebía. Decía que me ponía gruñón —Dice Cinco ebrio y luego ríe.

- ¡Ey! —Llama la atención Diego.

- ¿Qué? —Responde Cinco.

- Necesito que te concentres. ¿Qué es lo que quieren esos Cha-cha y Hazel? —Pregunta Diego lo cual hace que Cinco sonría— Queremos protegerte.

- ¿Protegerme? No necesito protección, Diego. —Dice Cinco viendo a Diego— ¿Sabes a cuántas personas maté? No. Soy el maldito cuarto jinete. Y ya viene el apocalipsis. —Y... acaba de vomitar.

- ¿Alguna vez han escucha a Cinco decir algo con sentido? —Pregunta Luther mientras Cinco sigue vomitando.

[...]

Llegamos al gimnasio de Diego, fuimos a su espacio donde duerme y acostaron a Cinco (quien ya estaba dormido) en la cama de Diego mientras dejan a Delores en una silla. Diego tuvo que irse porque una detective pidió de su ayuda, de ahí no regreso en toda la noche. Luther y yo pasamos toda la noche hablando sobre cosas alzar.

Cinco despertó y empezó a hablar con Luther sobre el apocalipsis mientras yo solo escuchaba...

- ¿Cuándo se supone que será?... el apocalipsis. —Pregunta Luther.

- No puedo darte la hora exacta, pero... por lo que deduje nos quedan cuatro días. —Responde Cinco con voz cansada.

- ¿Y por qué no lo mencionaste antes? —Vuelve a preguntar Luther.

- No habría importado. —Dice Cinco con desinterés.

- Por supuesto que sí. Podríamos habernos unido para ayudarte a detenerlo. —Dice Luther algo enojado.

- De hecho, ya lo intentaron. —Digo sentándome a lado de Cinco.

- ¿Lo hicimos? —Le pregunta a Cinco, él tardo un poco en responder.

- Los encontré allá afuera... Sin vida. —Responde por fin Cinco.

- ¿Nos matan? —Pregunta Luther.