;; 𝐀𝐍𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐄 ▪ ♯ 𝖺𝖼𝗍 𝗍𝗐𝗈, chapter four : the king is dead ଽ ꞋꞌꞋꞌ ꞋꞌꞋꞌꞋꞌꞋꞌ ꞋꞌꞋ
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EL FRÍO INUNDABA los aposentos del rey Viserys quien agonizaba lentamente, ese era el día en el que moriría y él lo sabía. La reina consorte se acercó a su esposo con el recurrente té que le administraba para calmar su dolor.
— Alysanne —susurró el rey—, ¿Dónde está? —preguntó como pudo.
— En Dragonstone, mi rey —explicó Alicent.
— No, no, no —su respiración se aceleró—, ella debe estar aquí —la reina lo tomo de la mano—, querías saber si creo que es verdad.
— ¿Creer qué, mi rey? —cuestiono la mujer.
— ¿No lo recuerdas? —trato de respirar—, Aegon...
— ¿Nuestro hijo? —replicó la reina.
— Su sueño —Hightower lo miró confundida—, la canción de hielo y fuego, es cierto, lo que vio en el norte —suspiró cansado—, el príncipe que fue prometido.
— No entiendo Viserys.
— El príncipe —repitió.
— ¿El príncipe Aegon? —la confusión de Alicent incrementaba.
— Para unir el reino contra el frío y la oscuridad, son ustedes... Alysanne —su respiración cada vez se dificultaba más—, ustedes deben hacerlo.
El silencio gobernó los aposentos, Alicent estaba confundida, no sabía de qué hablaba pero de algo estaba segura, Alysanne era la más adecuada y requerida por su padre para gobernar los siete reinos. Y sin decir nada más la reina salió de la habitación.
— Aemma —murmuró el rey—, Aly...sanne —dijo con su último aliento para reunirse unos segundos después a su primera esposa y a la madre de su hija preferida.
Y así el destino cobro la primera muerte que Alysanne sufriría en los próximos años.
Por su parte la princesa Alysanne se encontraba en Dragonstone con su prometido y sobrinos, Lucerys y Jacaerys tenían un duelo con espadas donde el menor era quien estaba a punto de ganar.
— ¡Vamos Luke! —lo animo a ganar su prometida quien cargaba a su sobrino Viserys en brazos y llevaba de la mano a Joffrey.
— No me ayude, tía —reprochó Jace quien casi era desarmado.
— Prima —saludó Baela a la joven con si hermanito Aegon en brazos—, instruyó a bien a su prometido, le está ganando al mio —río al ver como Lucerys celebraba la tercera victoria en el día.
