~ Prólogo ~

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Alec solía ser considerado el nerd y el niño más portado del prestigioso instituto Raekan, él había estudiado ahí casi toda su vida. En realidad, no adquiría lo que eran consideradas las características más comunes de un nerd, era considerablemente atractivo, además poseía un envidiable cuerpo que lo hacía deseable para la gran mayoría de los Alfas y hacía tiempo que mostraba interés en un joven Alfa realmente apuesto pero que para su desgracia era el más cotizado en cuanto a lo amoroso, de muchas personas, no sólo mujeres, aunque su orientación no era muy clara en realidad. Este era de rostro atractivo y afilado, alto, de complexión fuerte, pero no muy musculoso, piel clara, pero a pesar de su increíble físico, su amigable y simpática forma de ser era lo que había llamado la atención del joven Omega, quien contrario al alfa, era de tez morena, cabello oscuro y realmente delgado, lo que más solía resaltar de él era su pequeña cintura que podía volver loco a cualquiera. Este chico era de hecho su amigo, pero nunca le había demostrado lo que sentía, a nadie en realidad, era tan solo amigable ante sus ojos, pero sólo había una persona que realmente lo conocía, sabía de sus sentimientos hacia el alfa, su mejor amiga, Atenas.

Todo cambió cuando entraron a la preparatoria, conocieron a una linda chica nueva llamada Astrid, al poco tiempo lograron entablar una bonita amistad y confianza suficientes como para que Alec se logrará abrir, lo cual para él era difícil.


Lamentablemente al estar en esta nueva, terrible y agobiante etapa de su vida, la escuela se volvió aún más demandante. A principio del ciclo escolar les encargaron un gran proyecto que debían entregar a mitad de semestre, en sólo 3 meses, este consistía en que tenían que construir una enorme maqueta, para esto cada fin de semana solían juntarse en casa de Atenas, ahí fueron afianzando el compañerismo entre todos los miembros del grupo.
Pero fueron principalmente Alec y Cain quienes se hacían cada vez más cercanos, con una química más allá de la amistad, Cain quién solía ser una persona muy cerrada, aunque bastante alegre comenzó a abrirse rápidamente en cuanto a sentimientos y contar con su nuevo amigo de forma incondicional.

Esta nueva unión se hacía cada vez más notoria, principalmente para Astrid y Atenas quienes realmente conocían a este chico por ser su mejor amigo, por lo que sabían los sentimientos que su amigo profesaba a este misterioso y seductor alfa.

Todo paso tan rápido, de qué sólo ellas dos lo notarán a qué todo el mundo comenzará a darse cuenta de los pequeños detalles, miradas, roces, sonrojos. Al parecer sólo hacía falta un inocente evento escolar. Ahora parecían amarse a ojos de todos, sin importar lo que alguien pudiera decir, por lo menos por parte de Alec .

Mi última parejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora