Mi última pareja

~¿Aburrido?~

Al día siguiente del memorable suceso, toda la sección tenía ensayo general para el día siguiente en el cual tenían que presentar una obra. Llevaban demasiado tiempo sentados en un lugar oscuro, completamente cerrado, del cual sólo podían salir para subir al escenario. Presentaron acto tras acto, una y otra vez, al principio había conversaciones animadas entre los estudiantes, bromas, pero poco a poco se fueron apagando.

Debían llevar su vestuario, el del Alfa Eduardo consistía en una falda corta que cubría apenas lo necesario. En algún punto, Eduardo se encontraba sentado hasta el fondo del lugar, con las piernas separadas dejando poco a la imaginación. Debido al aburrimiento, cuando Caín lo vio no se resistió y se sentó sobre sus piernas, sintiendo la escasa tela debajo de él.

Por simple reflejo, Eduardo rodeo la cintura de Caín y permanecieron así por bastante tiempo, Caín mantenía sus manos sobre la del otro alfa, sobándolas de manera inconsciente. Sin embargo, Atenas y Astrid, no podían dejar de mirar a los chicos y en algún punto también notaron como Ethan los miraba demasiado, especialmente la forma en que Caín tomaba las manos de Eduardo.

Por fin después de horas que parecieron eternas, les dieron un descanso, que los alumnos aprovecharon para subir a su salón, Atenas decidió ponerse a leer debido al aturdimiento que le provocaba el exceso de gente, mientras jugaba con un listón entre sus manos. Notando esta pequeña acción, Astrid le pregunto si podía amarrar a alguien con un listón, dirigiendo una mirada a la omega Johana que no pasó desapercibida para la alfa Atenas, la miro completamente sorprendida y sin decir una sola palabra, cerro su libro, se levantó, tomo las manos de Johana y le pregunto si podía amarrarla, dudo por un buen tiempo, pero finalmente acepto. contrario a Alec, Atenas colocó las manos de la omega detrás de su espalda y las ató fuertemente, debido a que el listón se resbalaba por la textura. Reían y platicaban hasta que Astrid se fue, Atenas se distrajo y salió del salón. Cuando la alfa volvió, Johana se encontraba desatada, poco después le relato que había sido otra de sus compañeras, que la vio en esa situación que por lastima la había librado de la inmovilización de sus manos.