Capítulo 7

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Sus ojos se apretaron un poco, haciendo una mueca con sus labios sintiendo lo rotos que están, el dolor ligero apareció en todo su cuerpo, en especial en su pecho pero sin ser una preocupación verdadera, es más como un dolor pasajero. Sus ojos por abrieron, escaneando la habitación donde se encuentra teniendo mucho ambiente de enfermería acompañado por el olor de los fármacos recordando lo sucedido antes de desmayarse

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, esa maldita mujer quería matarla en verdad, se intentó mover un poco pero el dolor no lo permitió, examinando la vía que suministra suero a sus venas, al menos la habitación tiene un reloj para saber que no despertó en la madrugada, es temprano por la mañana

Duda ser capaz de levantarse, cerró sus ojos intentando continuar con su descanso pero la puerta fue abierta por un doctor que está acompañado de una enfermera, abrió sus ojos para hacerles saber que está despierta algo que los tomó por sorpresa

—Señorita, ¿cómo se siente?—el doctor se acercó para verificar su estado con unos simples exámenes físicos

—Adolorida...—murmuró en respuesta, su boca está seca, apenas y puede hablar

—Le buscaré una comida adecuada para que pueda tomar fuerzas—la enfermera abandonó la habitación apurada para cumplir su cometido

—Los medicamentos funcionarán para hacerla sentir mejor en poco tiempo, solo necesita descansar—comentó el doctor mientras la acomoda cuidadosamente en el colchón—En caso de necesitar ayuda tendrá a una enfermera cuidando de usted—

—G-Gracias—susurró cerrando sus ojos por unos instantes—¿Puede hacerme un favor?—

—Depende—

—¿Puede llamar a Yanov?—preguntó esperando la respuesta del hombre

—Lamentablemente no puede recibir visitas hasta tener un mejor estado, lo siento—asintió nada más respetando la decisión del doctor—Por como la veo hoy, es mejor que tenga unos días más de reposo—

—He vuelto. Doctor, por favor acomode a la señorita para que pueda comer—la enfermera entró en la habitación con una bandeja de comida suave en sus manos, dejándola sobre una mesita que está cerca

Alimentarse ayudó mucho a sus sentidos a despertarse, comiendo de una manera lenta para evitar esforzarse mucho, pidiendo amablemente una ducha porque siente que apesta a mil demonios. Dos enfermeras la ayudaron para bañarse intentando darle la mayor privacidad posible para cumplir su pedido, vistiendo una vez una ropa limpia típica de los hospitales

Un nuevo suero fue puesto aprovechando la tranquilidad para dormir despreocupadamente














Paul y Patrick permanecen sentados en la gradas del área de entrenamiento para novatos, estando callados mirando hacía los novatos que entrenan como es debido antes de los combates cuerpo a cuerpo, aunque Patrick frunció el ceño al percatarse de la ausencia de una persona

—Paul, no está presente la mujer que hirió a ____—dijo el de cabellos castaños oscuros

—¿Martha?—cuestionó antes de buscarla con la mirada, efectivamente falta la mujer mencionada

Compartieron miradas por unos segundos haciéndense la misma pregunta siendo interrumpidos por la presencia de una enfermera en el campo de entrenamiento luciendo algo cohibida frente a los novatos y los generales

—Me ordenaron venir para comunicarles de una señorita, identificada como soldado novato, ingresó en la enfermería muy malherida en la madrugada—habló apenas estuvo lo suficientemente cerca para mantener la discreción—La mujer es...—buscó entre los papeles en sus manos la hoja de información de la mujer—Martha Simons—

Red Army [Eddsworld x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora