Capítulo 31

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Billy tiene muchos recuerdos que quisiera olvidar de sus padres haciendo promesas vacías, ellos cada que rogaba por pasar un día en familia haciendo algo divertido le prometían con una sonrisa falsa que un día que estuviera libres de trabajo lo llevarían a disfrutar de un lugar divertido, tendrían esa salida familia que tanto deseaba, no tardó mucho en notar las mentiras de adultos sintiéndose muy molesto con ellos que no se tomaban el tiempo de cumplir sus promesas, se portaba como un buen niño, solo quería que sus padres y él tuvieran un día en familia donde todos estuvieran sonriendo

El único día que tuvieron juntos fue cuando lo abandonaron en un parque de diversiones lleno de zombies sin mirar atrás, tal vez estén en algún lugar de Londres disfrutando de sus vidas sin siquiera recordar que abandonaron a su hijo a su suerte

Los odia muchísimo a sus padres

No quiere pensar en ellos, ellos no merecen ocupar un lugar en su mente, menos ahora que está con personas mejores que velan por sus seguridad y su felicidad queriendo que tenga una buena vida

Está acostado en su cama mirando el techo, el sueño que tuvo no fue nada agradable, recordar cómo sus padres lo abandonaron le revuelve el estómago hasta darle ganas de vomitar. Se va a levantar cuando escucha unos golpes en la puerta de su habitación, se extraña mucho por ello

Se acerca hasta la puerta con la peor cara del mundo, está listo para quejarse con la persona que está tocando su puerta interrumpiendo su momento de privacidad, pero retira todos esos pensamientos cuando se encuentra con la figura de la mujer de cabello castaño oscuro de ojos marrones

—Buenos días, Billy—aquí está la persona en la decide confiar cuando hace una promesa, la mujer que le sonríe mostrándose como una verdadera figura materna para él—Perdón si te desperté, solo quería avisarte que saldremos en un rato—

—¿Saldremos?—pregunta extrañado—¿A dónde vamos?—tiene curiosidad por saber, algo en su mente le hace ilusionarse pero quiere guardarse esas ilusiones hasta escuchar la respuesta de la mayor

—Iremos a nuestra salida con Tord—la más alta sonríe—Te dije que no lo olvidaríamos por nada del mundo, tienes que alistarte, vamos a desayunar y saldremos—

—¡Sí!—exclama animado entrando en su habitación sin saber que hacer primero—¿Qué me debo poner? No tengo idea—dice mirando su ropero sin saber qué ropa ponerse

—Vístete con lo que te sientas cómodo—responde la castaña oscura—Puedes ponerte un pantalón con esa sudadera blanca que tienes en el ropero—señala entrando a la habitación del pequeño

—Sí, es buena idea—asiente—Debo bañarme—vuelve a su actitud apresurada

—Nos vemos para desayunar—se despide de momento _____ saliendo de la habitación cerrando la puerta teniendo unas enormes ganas de tomar café

Desvía su camino hasta un ascensor en específico, sabe que el tiempo le da para hacer lo que hará, baja hasta la zona donde están los científicos y médicos que apenas pueden mantenerse en óptimas condiciones tras no dormir por varios días, todos sus esfuerzos terminan en ellos dormidos en las mesas teniendo poco tiempo de descanso

Toma los audífonos para ponerlos en sus oídos, presiona el botón con el micrófono cerca suyo

—Buenos días, Tom—saluda llamando la atención del británico que se despierta, al haber susurrado no lo despertó de golpe—Te veo algo mal—no tarda en notar la palidez en el cuerpo del hombre de cabello en punta y las ojeras muy notables bajo sus ojos

—Estoy en uno de mis días malos—dice apoyando una mano en su frente buscando aliviarse de la pesadez de su cuerpo—Ahora mismo no puedo ver nada—

Red Army [Eddsworld x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora