Capítulo 6

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¿Cuándo dejará de caer? Su rostro se estampó contra el suelo con brusquedad, pero apenas su compañero se acercó le proporcionó una patada en la barbilla que lo desorientó, aprovechó la oportunidad para levantarse golpeando la rodilla del contrario con su puño en alto estampándolo en su rostro, en toda la nariz

La sangre manchó sus nudillos rotos y morados, el hombre cayó quejándose con sus manos sobre nariz pero al notarla ponerse en frente de él solo alzó sus manos en mensaje de rendición, una sonrisa se extendió saboreando el sabor metálico de la sangre de su nariz y labios partidos en su boca pero con un enorme orgullo creciendo en su pecho

Lo había logrado, había ganado por primera vez, están en la cuarta semana pero es un gran avance. Los combates subieron a un nivel más profesional, teniendo permitido atacarse con todas sus fuerzas siendo supervisados por los generales que no quieren que se lastimen de gravedad, dirigió una mirada hacía sus dos amigos que se muestran sorprendidos pero contentos de su logro

Todas las heridas obtenidas valieron las maldita pena, extendió su mano hacía su compañero ayudándolo a levantarse para ambos dirigirse hasta la enfermería por órdenes de sus generales

—Tienes una mano pesada—esta vez su compañero es más amable, tiene una apariencia ligeramente fornida pero tiene un carácter gentil

—¿Puedo tomar eso como un cumplido?—interrogó sin escucharse molesta, más bien esta divertida

—Sí, tómalo como un cumplido—aseguró con una sonrisa acompañada de sus ojos cerrados

Entraron en la enfermería siendo recibidos por dos enfermeras que los llevaron con doctores para ser atendidos, no tienen heridas graves pero tiene montones de vendajes y parches en su heridas, recibiendo unos medicamos para los dolores confirmando que no tiene daños mayores

Salió contenta, la mejoría en sus entrenamientos privados se ve reflejada en los entrenamientos reales, tomando el ascensor para llegar hasta la oficina de Tord, los guardias que custodian todo el piso la miran pero desvían sus miradas al reconocerla como una de las pocas personas permitidas en aparecer sin avisar, su líder lo tiene totalmente permitido para ciertas personas

Golpeó las puertas de la oficina con sus nudillos recibiendo el permiso para entrar, primero asomó su cabeza con una sonrisa en sus labios

—Hola—saludó terminando de entrar para cerrar la puerta recibiendo una sonrisa amigable de su amigo de cuernos—Estoy súper feliz—

—Hola, ____—respondió terminando de firmar unos papeles para mirarla como es debido—Oh, jodida mierda—murmuró con impresión—¿Qué te sucedió para estar contenta con tantas heridas?—

—¡Gané en el entrenamiento!—exclamó ignorando la mirada visiblemente preocupada del más alto

—¿En serio?—su gesto preocupado se torció

—Mi compañero quedó mucho peor—movió su mano en un ademán calmado—Sí, me siento algo adolorida, no mentiré pero estoy orgullosa de mi progreso—llevó sus manos a su cintura

—Supongo que sí estás contenta—murmuró su acompañante con una diminuta sonrisa en sus labios pero sin perder el gesto preocupado de su rostro—¿Fuiste a la enfermería?—

—Sí, son heridas menores pero recibimos medicamos para ciertos dolores—la expresión preocupada se cambió por una más tranquila ahora

—Hoy puedes tomar un descanso de nuestras sesiones de entrenamiento—comentó sin ser una sugerencia

—Me siento bien, no creo que sea necesario—negó con su cabeza, mientras pueda entrenar lo haría

—Nada de eso, tienes que descansar porque entrenar mucho también desgasta el cuerpo, el descanso es necesario—su amigo también negó, notándose lo tercos que son ambos—Es una orden, lo digo como Líder Rojo—

Red Army [Eddsworld x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora