Fugo estaba terminando de revisar las notas pendientes en su trabajo ya que el día anterior faltó por quedarse en casa, por suerte Buccellati, su mentor, fue comprensivo con la falta del día anterior ya que era consciente de la carga laboral que el felino llevaba sobre sus hombros.
Los exámenes de aritmética eran rápidos de corregir, el problema estaba en los informes de biología ya que cada alumno debía escribir uno distinto según su especie de anipersona. De repente sintió un leve jalón en su chaqueta y miró a un costado, era su pequeño cachorro favorito quien estaba muy animado y le extendió una hoja de papel que se notaba arrancada de un cuaderno.
—¡Señor Pugo!—Exclamó animado—¡Hoy si vino a trabajar!
Fugo recibió la hoja y le dedicó una amable sonrisa
—¿Oh, y qué es esto?—Preguntó calmado—¿Es alguna tarea pendiente?
—Nop, es un regalito para usted—Sonrió indicando el papel con sus dedos—Somos mi hermanita de camada y yo en sus clases
Fugo analizaba el dibujo infantil, tenía muchos colores e incluso un poco de brillantina, pero lo que más le conmovió era el hecho de que ambos niños se habían ilustrado a sí mismos prestando atención a su profesor quien les indicaba la pizarra con su lección.
—Es hermoso, agradezco mucho el regalo—Fugo dobló el dibujo y lo guardó en una carpeta—Lo colgaré en un lugar especial para que no se deteriore
—¡Que bueno que le gustó!—Daba vueltas el pequeño—Ayer estaba muy triste porque no vino a trabajar, por favor no se vaya nunca nunca de la academia
Por un segundo se sintió culpable de haberse quedado en casa, esos niños le tenían mucho cariño y confiaban en él, no quería defraudarlos ya que bastante carga tenían al carecer de un hogar, sólo tenían a los cuidadores del internado y maestros de la academia. Sobre todo ese pequeño y su hermana, ambos llegaron desnutridos y muy asustados, nunca han contado nada sobre sus padres u otros hermanos, pero cada noche solían llorar del susto acompañándose mutuamente y no compartían con otros niños, maestros o cuidadores del lugar ya que eran muy tímidos, ni siquiera se daban con Buccellati.
Cuando Fugo tomó su clase los cachorros le tomaron mucho afecto, aunque era estricto y un tanto distante, ellos se sentían felices en su clase, ambos eran listos y aprendían rápido porque les gustaba, a medida que seguían sus lecciones de la academia, dejaban de llorar y de asustarse por las noches para quedarse estudiando. Aunque jamás nadie supo qué cosas horrendas tuvieron que vivir para llegar allí y ser tan ariscos, Fugo con solo verles su carita podía deducir más o menos las circunstancias y lograba empatizar con ellos, desde que Narancia llegó a su vida, se ha preocupado mucho más de ese par de cachorros huérfanos para que no tengan que sufrir lo mismo que su amado, si no que sean unos niños buenos, que crezcan sanos y felices.
—Señor Fugo, lo quiero mucho y quiero ser maestro cuando grande como usted—Dijo sonriendo el pequeño—Mi hermanita también lo quiere mucho y quiere administrar un restaurante cuando grande como usted
Fugo revolvió sus cabellos y le devolvió la sonrisa.
—Tendrán que estudiar mucho y comer saludable—Le respondió al niño metiendo su mano al bolso—Tu hermana me dijo el otro día que quería un libro de contabilidad, traje uno de secundaria ya que no encontré para cachorros, pero ustedes son listos y lo podrán entender
Fugo le entregó el libro al niño y este sonrió
—¡Está súper!—Exclamó alegre—Se que ahora está en la clase de danza, ¡Pero se lo tengo que ir a mostrar!
—Y tú también deberías estar en clases de danza pequeño—Regañó jugando—Ve antes que la maestra lo note, debo terminar de calificar y luego reponer los adhesivos felices que tanto te gustan
ESTÁS LEYENDO
Sweet Emotion ♡ FugoNara Omegaverse Ω
FanfictionLas emociones pueden ser dulces feromonas cuando provienen del instinto, y aunque la lógica quiera dominar para preservar el autocontrol, la naturaleza y los sentimientos son inevitables, la tentación es un detonante. Desafío Omegaverse-Cat del mes...