Eddard (II)

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Necesito que te quedes al mando mientras no estoy en Invernalia, hermano. Esta situación se está yendo de las manos y debo encontrar a Sansa lo antes posible... -Dejé de pasear por el despacho para mirar a mi hermano Benjen.

No temas, Ned. Me quedaré en Invernalia, ya sabes que siempre debe haber un Stark en Invernalia. -Benjen apretó con fuerza mi hombro, en un intento de animarme.- Encontrarás a Sansa, estoy seguro hermano..

Espero que tengas razón, Ben. Por que no sé que haré si no la tienes... -Le miré completamente derrotado, suspirando.- Será mejor que me vaya, Catelyn y los niños deben de estar esperándome para marchar a Puerto Blanco.

Noté como Ben se acercaba hacia mi, atrayéndome a un fuerte abrazo.- Mucha suerte, Ned.

Asentí mirándole con severidad. Salí del despacho, dirigiéndome hacia la entrada del castillo, allí estaban reunidos un escuadrón de soldados junto a mi esposa y mis hijos. Uno de los mozos se acercó a mi para indicarme cuál de todos era mi caballo. Le agradecí con un asentimiento de cabeza mientras me montaba en el caballo situado al lado de mi esposa.

¿Estás segura de querer venir, Cat? Me sentiría más seguro sabiendo que estás a salvo aquí en Invernalia junto a Rickon y Bran... -La miré mientras cogía las riendas del caballo.

No me dejarás fuera de esto, Ned. Iré en busca de mi hija, mi prioridad ahora es encontrarla sana y salva, al igual que es la prioridad de sus hermanos.- Miró de reojo a Arya y Robb quienes serían los que nos acompañarían en la búsqueda, al igual que Theon.

No pretendo dejarte fuera, querida. No me malinterpretes... -Suspiré mirándola, dejando pasar el tema al conocer la cabezonería de mi esposa.- Bien, si están todos listos, entonces es hora de partir...

Fui el primero en salir por la puerta del castillo con Cat y mis dos hijos siguiéndome de cerca. A nuestro alrededor teníamos a varios escuadrones de soldados protegiéndonos por si teníamos algún problema en el viaje. Hace unos días me había llegado la respuesta a la carta que le había enviado a Robert, estuvo de acuerdo en ayudarme en la búsqueda de Sansa. Una parte de mi estaba tranquila al disponer de la ayuda del rey, pero también cargaba con un mal presentimiento sobre todo esto. Solo espero que Sansa no esté muy lejos.


Llevamos cabalgando durante días y todavía no hemos visto rastro de Sansa. Nos queda solo medio día antes de llegar a Puerto Blanco y durante toda esta semana nos hemos encontrado ninguna evidencia de que mi hija esté cerca. Mi preocupación aumenta por cada día que pasamos sin encontrarla, tampoco hemos recibido noticias del rey con resultados de su búsqueda.

Deberíamos detenernos, mi señor. Nuestros soldados están cansados y se acerca la noche. Lo más seguro es que acampemos aquí y seguir al amanecer. -Uno de los generales de escuadrón informó de la situación y lo único que pude hacer fue asentir a su sugerencia. Cat me miró fijamente, haciendo una mueca de desaprobación.

No podemos parar ahora, Ned. Estamos más cerca de encontrarla, lo noto. -Cat hizo una mueca viendo a todos preparando todo lo necesario para acampar esta noche.

Llevamos desde el amanecer cabalgando, Cat. Se hace de noche y será más complicado encontrar a nuestra hija... -Me acerqué a ella, ayudándola a bajar del caballo para poder dirigirnos hacia la fogata que mis soldados acababan de encender. 

¿Han habido noticias de nuestro querido rey? - Expresó con sarcasmo mientras caminaba conmigo hacia la fogata, mirando únicamente el fuego.

No, ha pasado una semana desde que envié la carta y todavía no hay respuesta... -Suspiré pasando las manos por mi cabello, estirándolo un poco para intentar pensar correctamente sobre toda esta situación. 

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