Destelloz y Granadas de Fragmentacion

Un final en la luz parte 8

Lux miró el cadáver que se enfriaba de su tía y, sinceramente, sintió una pequeña punzada de arrepentimiento. La mujer había sido cruel y dura, y nunca había ocultado su intolerancia, pero Lux realmente la había admirado por eso. Se había adherido a un conjunto muy específico de ideales, y no de la manera fácil de la mayoría de las personas, cuyos 'ideales' rara vez perduraban a través de algún tipo de dificultad. No, Tianna Crownguard mantuvo sus estándares ignorantes y regresivos cerca de su corazón hasta que Lux lo atravesó con una espada, y había una especie de virtud idiota en eso.

Admirable en su consistencia, si nada más.

"Adiós tía", dijo Lux en voz baja mientras sacaba el sello personal de Tianna que había engrasado las ruedas de la traición y lo arrojaba sobre su cuerpo junto con su propio anillo de sello personal y, finalmente, su Marca de Campeonato de la Liga.

Ella lo abandonó todo.

Jinx estaba arrodillada junto a Vi, que se veía un poco crujiente pero por lo demás no estaba peor por el desgaste. Lux todavía quería vengarse del sufrimiento que Vi y Caitlyn le habían infligido a Jinx, pero estaba claro que Jinx había superado eso y, a menos que Lux quisiera quedarse atrás, eso significaba que ella también tendría que seguir moviéndose.

"Bueno, eso es todo, supongo", dijo Lux con una risa tranquila. "Ya no te escondas más".

"Supongo que no", respondió Jinx mientras se levantaba.

“¿Puedo asumir que tienes un medio de salida? Porque demoliste un poco mi plan original cuando hiciste tu entrada”, dijo Lux con ironía.

Jinx le dedicó esa sonrisa rictus. "¡Por supuesto que sí, rubia!" ella dijo. "De verdad crees que nos dejaría aquí sin un plan de escape, ¿ parezco loco?"

"Sabes muy bien que no voy a responder a eso", respondió Lux alegremente mientras se inclinaba y se envolvía alrededor de Jinx antes de empujar a la loca en un beso afectuoso.

Jinx le devolvió el beso con vigor y lengua, y Lux sonrió aún más por ello. Finalmente terminó. Todo el fingir, todas las sonrisas falsas y las mentiras... todo había terminado. Ahora finalmente podía dejar este lugar atrás para siempre y vivir como la persona que quería ser, no como la que la habían convertido.

Cuando se separaron, Lux continuó sonriendo mientras preguntaba: "Entonces, ¿cómo vamos a salir de aquí?"

"¡De esta manera!" Jinx alardeó mientras cargaba a Lux en un carruaje nupcial y salía corriendo del altar.

Lux se rió alegremente mientras se aferraba a Jinx, quien la llevó a través de los pasillos, dando vueltas y vueltas, hasta que finalmente se detuvo frente a las habitaciones del sumo sacerdote donde, Lux entendió, había sido detenida originalmente. El hecho de que la puerta todavía estuviera arrancada de sus bisagras confirmó ese informe con bastante facilidad.

"Sígueme", dijo Jinx, bajando a Lux, "¡por aquí!"

Entró en la habitación y Lux la siguió desconcertada. "Sabes que estamos aún más profundo en el templo que antes, ¿verdad?"

"¡Si lo se!" Jinx respondió.

"Cómo estás... oh, creo que sé lo que estás buscando". Lux sonrió cuando se detuvo, se apoyó contra la pared y esperó.

Jinx volvió a mostrar esa encantadora sonrisa suya. “¡Por ​​supuesto que sí, Blondie! ¡Y está aquí! Quiero decir, pensé, al final, todas las personas ricas son básicamente iguales, ¿verdad? Consejeros, Chembarons, elegantes sacerdotes demacianos... todos son... —alargó la mano y agarró un tratado particularmente seco sobre la ley teológica que descansaba en la estantería— ¡Grandes cobardes!