Cariño

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Mire la serie y leí unas cuantas cosas que me dieron ganas de escribir, así que aquí esta xD

Espero que les guste~

Nota: No sé si alguien realmente va a leer esto pero si es así...¡Hola! :3

Quien daba cariño en su pequeña familia, era su mamá. Ella tenía una gran habilidad para hacerte sentir querido con una mirada de aquellos brillantes ojos violeta o con pequeños gestos, como besos en la mejilla o en la frente dependiendo de su estado de humor, tomar su mano sin importarle la mirada de los demás, susurrando palabras de cariño cada vez que tenía la oportunidad y dando abrazos por montón. Su papá siempre se avergonzaba pero Uzi la adoraba por completo, disfrutando cada pequeño momento que tenían.

Cuando ella murió, todo eso y más se fue con ella. Las pequeñas costumbras que tanto adoraba, el amor, la alegría, el cariño, todo aquello se fue con su mamá y solo quedaron ellos, padre e hija, ambos dolidos y perdiendo la frágil conexión que alguna vez habían tenido, uno decidiendo concentrarse en las puertas que los mantendrían seguros y el otro concentrándose en sus proyectos para salir de una vez de ese tonto escondite que se sentía más como una prisión que una hogar.

Aunque perdió aun más después de un error y ahora estaba ahí, atrapada con quien había sido uno de los enviados para eliminar a su gente. N no parecía ese vil y despiadado asesino al que todos le habían temido, era demasiado...sonriente y optimista, aunque no va a negar que cuando esa gran X amarilla aparecía en su visor daba algo de miedo, no mucho pero algo.

-Vaya suerte la mía- bufo. N parecía ser del tipo cariñoso, incluso si era un robot asesino que tenía pésimas compañeras y un desconocido pasado, siempre parado lo más cerca posible de ella pero sin interponerse en su camino, dándole palmadas en la cabeza cuando se descuidaba y colocando sus manos en sus hombros en cada oportunidad que tenía, incluso a veces había una mano en su espalda para guiarla aunque realmente no lo necesitaba. Era extraño, más que nada porque no había tenido ninguna clase de contacto amable en mucho tiempo pero él se veía tan feliz por algo tan simple que decidió simplemente dejarlo hacer lo que quisiera.

Aunque un día en particular, pareció obtener confianza de algún lado y decidió que la falta de contacto no lo gustaba, moviéndose tan sigilo como el asesino que era pero sin tener la intensión de matar a nadie por esta vez.

-¡Hey, bite me!- reclamo cuando unos brazos rodearon repentinamente su cintura, soltando sus pocas herramientas mientras era alzada y llevada a algún lugar. Se retorció, porque era una adolescente angustiada y no hacia nada sin luchar, pero incluso siendo un modelo obrero, su fuerza no era nada contra la de él y no pudo evitar que este la sentada en su regazo, sintiendo como N hundía su rostro en su hombro de alguna manera. -¡Suéltame, estaba trabajando!- en realidad, estaba usando todas las malas palabras que no tenía permitido usar para maldecir a la rota nave y a su falta de herramientas y materiales para arreglarla pero eran detalles.

-No- pero N era terco y fuerte, sus brazos firmes mientras la rodeaban y con esa extraña cola suya moviéndose con lo que estaba segura era satisfacción. Así que a Uzi no tuvo más opción que bufar, apoyándose en el cuerpo ajeno por completo y esperar a que él decidiera soltarla, escuchándolo reír ligeramente contra su hombro. Ella bufo pero se negó a admitir en voz alta que el repentino abrazo le gustaba porque era una adolescente angustiada y rebelde, así que no tenía que admitir nada de nada.

Murder DronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora