Aceite

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Espero que les guste~

Nota: ¡Doble actualización!

xD

N estaba actuando diferente, cualquiera podía notar eso. Su sonrisa, usualmente sincera y siempre presente, ahora se veía forzada y falsa. Su voz estaba teniendo fallas, al igual que sus ojos y todo su cuerpo en general, luciendo como espasmos esporádicos que intentaba ocultar con mucho esfuerzo pero que no estaba logrando. También parecía más cansado en general, durmiendo en cada oportunidad que tenía, y siendo lento al despertar, llegando a tardar unos minutos en reaccionar.

Y Uzi lo había estado vigilando, notando los pequeños detalles, su mente yendo a gran velocidad para averiguar cual era el problema que un robot de última generación como él podía tener. Tardo un poco más de lo que le gustaría pero lo entendió.

-¿Cuando fue la última vez que te alimentaste?- pregunto, directa y seria, parada frente a él de brazos cruzados y sin dejarle una opción de escape.

-Yo...¿hace poco?- sonrío ligeramente pero un repentino espasmo sucedió, sus ojos desapareciendo y mostrando advertencias que fue rápido en desechar, parpadeando varias veces apenas sus ojos volvieron en un intento de que su sistema se pusiera al día.

-Eres un muy mal mentiroso- dio un paso al frente al mismo tiempo que él retrocedió, repitiendo el movimiento hasta hacerlo caer de sentón en la silla que estaba allí, sin mirarla a los ojos. Uzi era un robot trabajador, uno de los más pequeños entre los suyos, pero eso no le importo, apoyando sus manos en los apoyabrazos de la silla e inclinándose hasta invadir el espacio personal ajeno, obligándola a verla a los ojos. -¿Cuando?- ahora, estaba exigiendo una respuesta.

-Pues...- N se mordió el labio inferior, indeciso. Era tonto ocultar su problema pero no quería preocuparla, aunque supuso que había fallado miserablemente en intentar aparentar normalidad. -...hace unas semanas...- confeso en un susurro. El aceite de los robots trabajadores lo ayudaba a mantener su sistema en funcionamiento y en una temperatura estable, lo sabía, pero desde que Uzi se había vuelto su amiga, consumir ya no era tan fácil. El aceite que alguna seguía siendo tan dulce y delicioso como en el principio pero tan pronto cuando terminaba, se sentía asqueado consigo mismo por haberlo disfrutado y sentirse tan satisfecho, así que había estado evitando alimentarse...por un tiempo. 

-¡¿Eres estúpido?!- N se encogió ante la ira en el tono ajeno, negándose a mirarla a los ojos por la vergüenza. -¡Si, eres estúpido para hacer algo así!- Uzi gruño, furiosa ante la poca capacidad ajena de cuidarse a si mismo, alejándose mientras se disponía a buscar una cosa. -¡Necesitas alimentarte!-

-¡Lo sé!- por supuesto que lo sabía, especialmente con todas las advertencias que su sistema le había estado lanzado durante los últimos días. -Es solo que...- dudo, intentando encontrar una manera de poder expresarse. -...no se sentía bien hacerlo...- la miro, triste y arrepentido, solo queriendo encogerse ante la mirada ajena. Estaba molesta, muy molesta. -...son tu gente, Uzi- porque, por momentos, cuando estaba consumiendo su mente jugaba una broma y el cadáver en el suelo tomaba la forma de ella. Era horrible, algo que solo aumentaba la culpa que sentía.

-¡Al diablo con todos ellos!- gruño, agarrando bruscamente su arma, revisándola rápidamente para asegurarse de que estaba en funcionamiento y cargada antes de mirarlo. -¡No me importan!- estaba más preocupada que otra cosa, un poco asustada también si era sincera consigo misma, porque si él ya no estaba, ella estaría completamente sola. Había estado sola mucho tiempo, no quería volver a estarlo, no cuando ya se había encariñado.

-Uzi...- llamo con preocupación, notando como las pequeñas manos de ella temblaban. Su intención había sido no preocuparla pero había hecho todo lo contrario.

-¡Tu eres mi gente!- se volteo a verlo. Estaría llorando si pudiera en esos momentos. -No me importan ellos o que les pase pero tu...tu si me importas, eres mi amigo- hay un rubor formándose bajo sus ojos, lo sabe, es extraño ser tan sincera y abierta. Desvía la mirada del rostro estupefacto del asesino y suspira, ya caminando hacia la salida de la nave. -Iré a buscarte algo de comer- y sale sin esperar respuesta, algo avergonzada por la muestra sentimental que acaba de hacer pero ya no hay vuelta atrás.

-Uzi...- N abre los ojos con sorpresa, aunque muy pronto no puede evitar sonreír, conmovido por las palabras ajenas. -...gracias- aun se siente como un tonto algo culpable, especialmente por molestarla, pero por sobre todo, se siente extrañamente feliz porque tiene a Uzi como si amiga y que ella lo dijera en voz alta es aun mejor.

Mientras tanto, ella camina con pasos rápidos y decididos hacia la colmena, golpeando la gran puerta con más fuerza de la que pretendía, gruñendo mientras espera unos segundos antes de que esta se abra ligeramente y mostrara a un robot adulto, uno que de seguro estaba jugando cartas con todo un grupo.

-Quiero entrar- hablo con voz fría, apretando los puños con fuerza, sus ojos violeta fijos en quien se hace llamar a si mismo guardia de la gran puerta.

-Se supone que no debo dejarte entrar- hablo el robot que estaba allí, desinteresado y estúpido como todos los demás.

-¿Crees que te lo pregunte?- agarro su arma en un rápido movimiento, apuntando hacia él, sintiendo una cierta satisfacción al verlo sobresaltarse con obvio miedo. -Dije...- su dedo rozo el gatillo, mostrándole que era capaz. -...quiero entrar- porque esta dispuesta a lo que sea, especialmente si eso significa que puede ayudar a su amigo.

Murder DronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora