Escondidas

1.6K 171 17
                                    

Espero que les guste~

Nota: ¡Primer capitulo del año!

Nota-2: No hay mucha información de como funcionar los ojos de N o su sistema de búsqueda, así que hice lo que pude

Idea de: Azulaablue

Se suponía que era solo otro día más, con la ciudad tan abandonada como siempre y con solo nieve cubriendo cada superficie de suelo que estaba a la vista. Uzi estaba pensando, decidiendo entre seguir arreglando la nave o explorar para ver si encontraba algo nuevo y que le sirviera. Por el contrario, N estaba completamente aburrido, demasiado lleno para ir a buscar algo de comer y teniendo reserva para las siguientes semanas, sin saber que más hacer hasta que una idea se le vino a la mente.

-¡Uzi!- se le acerco con un gran sonrisa, entrelazando sus manos frente suyo para mirarla con la mejor expresión suplicante que le salía. -¿Jugarías conmigo, por favor?- la miro directo a los ojos brillantes y violetas, esperando poder convencerla.

-¿Jugar?- enarco una ceja virtual, no muy sorprendida ante la petición. Para ser un robot homicida con aspecto maduro a la hora de atacar, era más como un niño pequeño, queriendo jugar en compañía si tenía la oportunidad. Dejo escapar un largo e innecesario suspiro, rodando muy ligeramente los ojos. Esto ya era algo cotidiano a estas alturas de su extraña relación y aunque se había negado las primeras veces, había aprendido que si quería, el robot asesino podía ser muy insistente hasta conseguir lo que quería. -Bien, ¿Qué tienes en mente?- se cruzo de brazos, recibiendo una gran sonrisa ante su aceptación.

-¡Escondidas!- anuncio con total orgullo, saliendo como el niño que era internamente y dando pequeños saltos a su paso. 

-Vaya robot aterrador...- bufo, siguiéndolo después de unos segundos, resignada.

Y así empezó como un simple e inofensivo juego de escondidas, uno que estaba acabando rápidamente con la paciencia de Uzi.

El maldito tenía múltiples ojos, creados específicamente para encontrar cada pista posible y encontrar fácilmente a su presa, sin tener un botón de apago según el propio N y aunque ella lo entendía, eso no quitaba que estuviera furiosa. Él tardaba solo unos segundos antes de encontrarla, sin importar que tan bien sintiera que estuviera escondida, mientras que ella tardaba minutos en encontrarlo y hasta a veces, ni siquiera podía.

Eso solo encendió su actitud competitiva, una que usualmente estaba dormida, pero estaba decidida a por lo menos ganar una vez contra ese robot tan avanzado. Así que corrió apenas él le dio la espalda para empezar a contar y se escondió rápidamente, quedándose quieta, esperando en serio que su pequeño plan funcionara.

-¡Ahí voy, Uzi!- N advirtió con una gran sonrisa en su rostro, la cara llena de frustración de ella cuando la encontraba se le hacían muy divertidas y aunque sentía algo de pena, la diversión era más grande. Así que camino, siguiendo ligeramente el rastro de calor que ella había dejado, aunque no pudo evitar fruncir ligeramente el ceño cuando el rastro se perdió después de unos segundos ¿Uzi había encontrado una manera de evitar se encontrada tan rápido? ¡Eso lo hacia mejor! Así que siguió buscando, atento a todo a su alrededor, llegando a mirar hacia arriba por si las dudas y debajo de cualquier cosa que llamara su atención. Aunque esto era más interesante que sus rondas anteriores, no pudo evitar estar preocupado. -¿Uzi?- miro a su alrededor, haciendo un ligero puchero. Ya había buscado por la pequeña zona que habían establecido para su juego. No la estaba encontrando, ni siquiera había una señal de que hubiera pasado por allí. -¡Uzi!- ya había pasado demasiado tiempo para su gusto.

-¡Te gane, maldito!- Uzi se levanto de un salto, toda la nieve que había acumulado encima de su cuerpo para ocultarla por completo cayendo, su sistema apresurándose para volver a calentarse ahora que ya no estaba envuelta en frio. Tenía una gran sonrisa en su rostro, levantando las manos en señal de victoria mientras daba ligeros saltos apena sus pies estuvieron libres de la nieve. Él parpadeo, sorprendido al darse cuenta de que ella había estado acostada bajo la nieve todo este tiempo, pero muy pronto sonrío, riendo ligeramente al verla festejar. Era lindo verla tan feliz.

Murder DronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora