Murder Drones

Abrazo

Espero que les guste~

Nota: Alguien me pidió un poco de Uzi y Thad, así que aquí esta ^_^

Thad tiene muchas cosas que le gustaba. Adora la música, principalmente la movida y llena de ritmo. Le gustan las fiestas, incluso si no sucedían muy amenudeo. Le gustan los juegos de cartas, especialmente cuando hacen apuestas y gana con todas las trampas posibles.

Pero una de sus cosas favoritas, una que nadie a su alrededor sabía, es molestar a Uzi. Era extrañamente divertido y siempre se terminaba riendo, ignorando las malas miradas que se ganaba con sus carcajadas y demasiado ocupado en intentar detenerse como para quejarse de dolor ante los golpes ajenos. Uzi nunca lo golpeaba muy fuerte, sin querer lastimarlo por supuesto, pero siempre lograba alcanzarlo y hacerle una especie de llave

Aunque las burlas son divertidas, pedirle cariño también es entretenido, principalmente porque ella siempre mantenía su papel de adolescente amargada pero se calmaba un poco cuando estaban solos.

-¡Uzi!- llamo, divertido al escuchar como múltiples cosas caían, seguido de una cadena de maldiciones que esta seguro que no debería escuchar y mucho menos repetir pero de igual manera, no puede evitar simplemente reír. Según las propias películas, ella tenía boca de marinero. -Uzi~- canturreo esta vez, cantarín y lleno de burla, escuchando pasos pesados que se acercaban, su sonrisa solo en aumento al ver su ceño fruncido.

-¿Qué rayos quieres, bastardo?- lo estaba fulminando con la mirada pero él estaba tan acostumbrado a estas alturas que ya es inmune y tenía el efecto contrario que ella quería, solo aumentaba su diversión en ciertos momentos. Thad tarareo, fingiéndose desinterés mientras abría los brazos en un gesto bastante claro y directo, logrando que múltiples marcas de enojo aparecieran en el visor ajeno. Como le gustaba molestarla, en serio que si, y era tan fácil. -Vete al diablo- gruño, cruzándose de brazos y luciendo poco dispuesta a moverse.

-¿Así me tratas cuando rompo las reglas y vengo a verte?- hizo un puchero, fingiendo tristeza.

-¡No te pedí que vinieras!- bufo, desviando la vista, aunque su postura se relajo ligeramente.

-Sé que me adoras- volvió a sonreír, sin sentirse ni siquiera ofendido. Años de amistad lo ayudaron a aprender a leer entre líneas ante aquellas frases bruscas. "Estoy feliz de verte" es lo escucho. -¿Y mi abrazo?- agito las manos, volviendo a resaltar el gesto que aun no fue correspondido. Uzi lo miro fijamente, enarcando una ceja, luciendo burlona y poco dispuesta a acortar la distancia. Bien, así iba a jugar. -Cantare la canción~- una en particular que parecía pertenecer a un programa infantil que habían encontrado de casualidad, cursi y muy melosa

-¡No!- ella chillo y, aunque su tono mostraba molestia, el sonrojo que brillaba en su visor delataba su vergüenza y nerviosismo. -¡Tu y esa horrible canción se pueden ir al diablo!- la sonrisa de Thad solo se agrando, abriendo la boca con toda la intención de empezar a cantar, logrando que Uzi lo mirara con horror. -¡Bite me!- se puso ansiosa. -¡Bien! Te daré tu estúpido abrazo- murmuro entre dientes, avanzando a grandes pasos para básicamente chocar contra le cuerpo ajeno, quien bufo y apenas evito retroceder un paso, riendo ligeramente mientras la abrazaba con fuerza y cariño.

-¿Esto era tan difícil?- tarareo, contento de tenerla entre sus brazos, sintiendo como básicamente se apoyaba en su contra. No había podido abrazarla en un tiempo y se iba a permitir disfrutarlo por un rato. Ella no es de abrazos o de cariño en general, lo evita si puede y especialmente si viene de su padre, pero cuando Thad se lo ofrece, siempre se derrite y termina por gustarle, incluso si al principio pelea un poco. Se queja porque es gratis y para mantener su imagen de adolescente angustiada.

-...bite me...- gruño Uzi, enterrando su rostro en el hombro ajeno para poder ignorar la sonrisa que sabía que él tenia en su rostro, orgulloso por haber ganado. -...manipulador...- murmuro, su voz amortiguada por su posición.

-Aprendí de la mejor~- canturreo, divertido.