Norty - changlix chilensis

17

Después de que se fueron indignados, mi mamá suspiró y me miró, tratando de decir algo pero paraba antes.

—Ya... Dime nomás.- dije con un suspiro.

—Es que... Iba a pensar en retarte pero... No puedo. No hiciste nada malo. - dijo con un suspiro. - De hecho nisiquiera puedo decir algo de tu pololo porque... Aunque no me guste lo que hacen... Es tu primo el que tiene señora. Es él quién tiene que respetar a su hija y su señora. - dijo y alzó los hombros.

—Gracias.- dije y la abracé. Ella suspiró y me hizo nanai. Llamé a Felix, esperando los tonitos.

—Alo amor.- dijo.

—Amor, vente nomás... - pedí.

—¿Seguro?

—Si..- dije y él me tiró un besote. Nos quedamos conversando un rato, cosas piolitas hasta que llegó Felix otra vez.

—Hola otra vez. Perdóneme por todo el show.- le dijo a mi mamá.

—No... Como le decia a Changbin... Igual no es culpa de ustedes, ustedes no son quiénes engañaron a su señora...- dijo.

Nos quedamos tomando oncecita, conversando super contentos.
Me sentía feliz. Tan feliz de estar con mi mamita así de bien. Cómo hace años.
Desde los catorce que no veía a mi mami.
Felix me miraba contento, acariciando mi manito.

—Te extrañaba mucho.- dijo mi mamá, haciéndome nanai.

—Y yo a ti mami...- dije y la abracé. Ella sonrió y me abrazó más fuerte.

Un portazo nos separó y mi papá entró a ceño fruncido, mirándonos.

—Sale de aquí.- dijo chispeando los dedos. Alcé las cejas, mirándolo.

—Hola buenas noches.-

—Ya me llamó mi hermana, andate altiro de aquí noma.- dijo señalandome la puerta. Fruncí el ceño.- Andate tu y este maraco.

— ¡Oye! - le llamó la atención mi mamá.

—No vengai na a hablarle así.- dije.

— Aquí es tu hermana la que esta equivocada y ofendida.- dijo mi mamá.

— Si me dijo que este weon se le estaba ofreciendo.- dijo y miró con desprecio.- Y tu no metai en niuna wea, por tu culpa es esta wea.- le dijo a mi mamá. Ella se quedó callada, mirando el suelo.- Tu ahora que te senti sola, que te queaste sola buscai a este pendejo, solo pa que te bese las patas weon.- dijo. Me quedé ahí, esperando una defensa.

Defensa que no llegó.

—No sai estar sola weona, nunca hay sabio estar sola. Y ahora weon, ahora después de putearlo, lo buscai, porque la otra weona te dejo sola. Porque vali callampa como mamá.- le dijo. - Ahora buscai a tu hijo cuándo le va bien, cuándo ya no te va a dar tanta vergüenza decir que es weco po.

Felix me miró algo preocupado.

— Vámonos.- dijo y acarició mi mano.

—¿Es verda? - pregunté, mirándola.- ¿Es porque estai sola que me buscai? ¿No te importo?- pregunté. Ella no me miró, y se quedó callada. Agarré el bolso, esperando una detención, una palabra, una disculpa. Nada. - No trati de buscarme en tu perra vida. - dije y le tomé la mano a Felix para irnos de ahí.

Él me miró, bien preocupadito.

—Tranquilo bebito.- dijo y me dió un besito en la frente. Él manejó el auto hasta mi casa mientras yo miraba por la ventana.- Perdón... No pensé que... Pucha.

—No es tu culpa...

Y me largue a llorar.

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OLA PERDON