"Tenía ganas de llorar pero las lágrimas nunca salieron. Era esa clase de tristeza, de tristeza enfermiza, esa en la que no te puedes sentir peor".
Charles Bukowski .
Narrador omnisciente ....
La mansión schneebedecktes Herrenhaus estaba adornada de nieve, su puerta gigante de roble se mantenía cerrada y las luces dentro del edificio eran tenues, los guardias a cada lado de la escalera principal estaban tan sumidos en pensamientos que parecían estatuas.
El silencio recorría los pasillos y la paz era la patrocinadora del espectáculo.
El reloj marcaba las 11:30pm y ni en el adivino más sabio sabría lo que ocurrirían en los próximos 30 minutos. Nadie lo sabía, ya que habían muchas variantes, muchas opciones, pero si el plan no fallaba un solo resultado. Un cambio.
El duelo de miradas entre la pareja que se encontraba en dicha habitación, era tan agobiante como el abrasador silencio que adornaba dicho espacio.
- Tenemos mucho que aclarar señorita - declaró Jaidred mirando fijamente a la pelirroja.
- Porfavor dígame qué hago aquí - murmuró ella con sarcasmo, a saber que no le era permitido cierta manera de hablar.
- Tu madre es la principal razón - dijo con mirada altiva haciendo que la chica se enojara más. - Me ayudarías bastante si fueras tú misma - dijo haciendo énfasis en particular frase.
La verdosa mirada curiosa de Clarine se paseó por todo el espacio para luego mirar a su carcelero.
- ¿Que quiere decir usted con tu misma ? - cuestionó ella .
- dio una risilla y dijo - Te pareces mucho a tu padre.
Clarine observó con confusión a el chico de ojos grises y comentó de forma elegante muy parecida a la de su consejera.
- Muchos me han comparado con mi madre, se me hace un poco peculiar el que usted lo haga pero con mi fallecido padre - cruzó sus piernas copiando la postura de su madre.
- El efecto Kourth ? - cuestionó el achicando los ojos a sabiendas que eso afectaría a Clarine - Una noche de enero, la prestigiosa diseñadora acababa de llegar a su hogar luego de una gran gira, concursos y desfiles por toda Asia, todo marchaba con normalidad hasta que su preciada hijita tuvo lo que ella denominó "rabieta" . Todos los empleados de la mansión estaban consternados ya que era la primera vez que esto ocurría en tan pacífica y silenciosa mansión. - relataba aquél encantador chico mientras ella no disimulaba ni un poco su expresión de sorpresa y terror.
« Exactamente son 6 guardaespaldas sabían la verdad incluyendo al admirable Elías, tanto cariño le tienes no ? - dijo con una sonrisa siniestra-La preciosa chica estaba fuera de control, sus ojos verdes esmeralda se volvieron tan oscuros similares a dos trozos de carbón , su piel pálida se tornó un poco rosácea , de sus labios delicados y rojos por naturaleza, salían verdades que Eva se negó a aceptar¿ Cuáles eran esas verdades? No lo diré tranquila, es un secreto tuyo y mío preciosa » susurró guiñándole un ojo - Esa eres tú, no esta mojigata creada por tu madre.
El discurso de Jaidred fue interrumpido por la estrepitosa entrada de una chica de cabello azul, se veía a leguas que era latinoamericana y eso bastó para que la pelirroja que estaba sorprendida por todo lo revelado, quedará aún más perpleja por la presencia de la chica.
- Es hora - pronunció la latina sin mirar a Clarine.
- Esperame afuera - dijo Jaidred analizando la expresión de su prisionera.
ESTÁS LEYENDO
Direcciones Confusas
Mystery / ThrillerClarine una chica "normal" , tras vivir toda su vida en la dictadura de Eva Wright su madre , conoce a Jaidred de una manera muy peculiar , siendo el unos de los autores de la más grandes de las tragedias en el tradicional pueblo de Preston . Pero...