El mejor amigo de Pedri, Pablo Gavi, es un engreído, egoísta, falso, molesto y pesado... Bueno, a los ojos de t/n, claro, que no se lleva muy bien con él. Todo empeora cuando esta tiene que asistir a los entrenamientos de su hermano y tiene que verl...
—Sí, que vamos a un campo de fútbol, no a una clase de pintura ni nada de esas cosas sofisticadas.
—Para verte correr detrás de una pelota y que me pidas la botella de agua, no me pongo ropa deportiva —ruedo los ojos, saliendo de casa junto con él.
—No te necesito para que me des el agua.
—A ver si es verdad y no me pides nada.
—Apostemos algo —se cruza de brazos, plantándose delante del coche —. Si no te pido nada mientras estoy entrenando, me tienes que invitar a cenar hoy, y yo elijo lo que como y a donde vamos.
—Está bien —acepto segura, sabiendo que mi hermano siempre me pide algo.
—Sube que llego tarde —me mete prisa de nuevo.
[...]
Al llegar al campo, —Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí—, deja el coche en un recinto y entramos. En el interior ya hay algunos chicos calentando, Pedri me ordena que me siente en el banquillo, en una esquina y guarde silencio para no molestarle. Aburrimiento.
—¡Llegas tarde otra vez! —puntualiza el entrenador, dirigiéndose a él.
—Lo sé. Mi hermana ha tardado —se encoje de hombros y comienza a calentar.
—¿Tú eres la hermana de Pedri? —pregunta un chico que acaba de sentarse para beber agua.
—Sí... —mantengo distancia —. ¿Debería conocerte o eres otro compañero irrelevante?
