Capítulo XXXVI

20.4K 686 49
                                    

—Agh, me duele hasta las cejas —se queja Pedri.

—A lo mejor será por las tres o cuatro copas que te bebiste, casi seguidas —contesto mientras le pongo la correa a Rubi para sacarlo a pasear.

—Yo no me acuerdo de haber bebido tanto, solo bebí agua.

—Sí, pues menos mal —habla Gavi —. t/n, yo quiero ir.

—Para robar el cariño de mi Rubi —frunzo el ceño, bromeando.

—Yo voy a... No sé —Pedri busca algo que hacer —. Ah sí, ver la televisión, chao.

—Pues adiós —abro la puerta y Rubi se emociona.

Gavi cierra la puerta tras su paso y Rubi tira de la correa un poco para poder ir a algún otro sitio.
Al final, decido que pasee por los alrededores del parque, en donde se le ha acercado una niña y acariciarle y se han puesto a jugar.

Cuando pasamos el parque, vamos a paso tranquilo. Hasta que nos cruzamos con Lara. Gavi resopla y rueda los ojos y yo, pues prácticamente lo mismo.

—¡Que alegría veros! —se acerca.

—Una pena que yo no pueda decir lo mismo —murmuro.

—¿Y esta monada? —se agacha y acaricia a Rubi.

—Es mío.

—Bueno, de los dos —añade Gavi —. Ya sabes que cuando una pareja tiene una mascota es de los dos.

—¿Pareja? —nos mira.

—Ajá —entonces, Gavi le pisa un poco la pata a Rubi, que se sobresalta y trata de morder a Lara, enfadado —. Ay, tiene malas pulgas cuando se trata de gente con malas vibras, lo siento, eh.

Cojo a Rubi entre mis brazos y enseguida se le pasa el enfado, lamiéndome un poco la mejilla.
Y aparece Matías, que sale de un bar y se dirige hacia Lara sin mirar.

—Gavi, vámonos —murmuro para que Lara no escuche.

—Sí, mejor.

Sin despedirnos, nos giramos y nos vamos. Dejo a Rubi en el suelo.

—¿t/n? ¡t/n! —me llama Matías.

Me asusto un poco por el tono, pero Gavi me pasa un brazo por los hombros.

—No puede acercarse, tranquila.

—Eso espero... —estamos andando hasta que viene una chica con un móvil.

Yo enarco una ceja y Gavi ya sabe lo que es.

—¿¡Puedo hacerme una foto!? —pregunta, emocionada.

—¿Con nosotros? —hablo yo.

—Claro que sí, idiota —Gavi se ríe.

La chica se hace una foto con nosotros y luego nos da un abrazo, feliz.

—¡Os quiero mucho, gracias! —y se va con su grupo de amigas de cuatro o cinco chicas más.

—¿Eso debe ser habitual?

—Claro.

—¿Sabes que se te ve abrazándome?

—¿Y qué? —comenzamos a andar y le paso a él la correa de Rubi para que lo pasee.

—Que seguramente esa persona la suba.

—¿Te estás arrepintiendo de salir conmigo? —finge estar ofendido y dolido.

—Claro, a cada minuto —ironizo.

—Pues me voy con Rubi, que me quiere más.

—Es mío.

TEMPORADA UNO - El mejor amigo de mi hermano ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora