TEMPORADA UNO - El mejor amigo de mi hermano ✓

Capítulo XVII

—Hola —saluda Sira, tratando de no sonreír.

—Gavi —lo giro para que le de la espalda a Sira.

—¿Qué? —murmura, tratando de girarse.

—Madre mía... —le quito el pintalabios y se da cuenta.

—¿Crees que lo ha visto? —susurra, quitándome un poco de pintalabios corrido.

—Sigo aquí —tose Sira —. ¿Puedo pasar o interrumpo algo?

Gavi se gira y tratamos de disimular. La dejamos pasar y yo la sigo hasta el minisalón de la habitación.

—¿Pasa algo? —pregunto debido a su visita tan... Sobresaltante.

—Venía a verte para estar juntas un rato —aprieta los labios para no sonreír.

—¿Qué... Qué te pasa? —pregunto nerviosa.

—No sé... Yo... Me voy a ir yendo porque he interrumpido algo muy importante.

—Eh... Lo has visto todo.

—Sí, el pintalabios sigue sin salirle, lleva un poco en el labio —señala a Gavi, y este al instante se tapa con la mano y trata de limpiarlo.

—Es muy graciosa la historia. Resulta que él se ha puesto mi pintalabios y no sabe quitárselo —me invento una parte de la historia, esperando que se lo crea.

—Código de amigas.

—Eh, ¿yo no entro en ese código o qué? —interviene Gavi, indignado —. Soy un chico, pero quiero cotillear también.

Sira y yo nos reímos ante su comentario.

—Ha sido un impulso de nada, una tontería, tú olvídate de esto —le digo a Sira.

—No es el primer impulso —levanta las cejas, divertida.

—Bueno, el tercero, pero el último.

—¡t/n! —Gavi se pasa una mano por el pelo.

—Ponme cinta adhesiva en la boca —suspiro al darme cuenta.

—¡El tercero! —Sira suelta una carcajada.

—Bueno, tercero y último.

—¿Cuando te besó en las gradas ya os habíais besado antes?

—No —contesta Gavi.

—Entonces, hay uno de por medio que yo no sé.

—No te lo conté porque es una tontería —me enxojo de hombros —. ¿Podemos dejar el tema?

—Venga, vale. No le cuento nada a Pedri...

—Gracias.

—Si os dais un cuarto beso.

—¡Nada de chantaje! —advierto.

—Solo estaba proponiendo, no diré nada.

—Vale.

—Bueno, ¿nervioso por el partido? —pregunta a Gavi.

—Sí, dejad de preguntármelo que me ponéis más nervioso —contesta.

[...]

Estamos de camino al partido. Van mucho antes para repasar jugadas y calentar. La gente estará esperando para entrar a las gradas, habrá mucha, vaya estrés.

Cuando llegamos, el autobús consigue estacionar enfrente de una puerta, entramos rápidamente y cierran. Sira y yo esperamos en el banquillo mientras se cambian y calientan un poco. Al rato, llegan los jugadores de Costa Rica y comienzan a calentar.