Mañana era el día, quackity había duchado su cuerpo sintiendo un ardor en las cicatrices, temblaba sintiendo un dolor entre dientes, mordía la punta de su pulgar, su cabello estaba mucho más largo y un hilo de saliva salía de sus labios, lágrimas lo acompañaban, su burbuja fue interrumpida por dos golpecitos detrás de la puerta.
-Quacks, llevas media hora allí- era luzu, con ese tono calmado una taza de café sostenido de sus dedos, el azabache giró la cabeza parando la manilla que controlaba el agua -¡Estoy bien, ya salgo!
Pocos minutos después cambió su rostro, limpio las lágrimas y rezaba porque sus ojos no le fueran en contra con ese rojo tono degradante de sus mejillas, tenía un suéter gigante con un azul tono griseaso, pantis de negro color y pantuflas de gatos negros, salió del baño del pequeño hotel.
-Luzu, perdoname la tardanza, me quedé pensando de más- el alfa podía oler su pena, tanto como el dolor, olía la sangre seca, alzó y explotó sus feromonas encontrando calma en el menor quien se inclinó a la cama para acurrucarse en su tosco pecho.
-¿Qué te preocupa tanto?- quackity sollozaba sintiendo un cálido abrazo de su parte, podía morir ahogado sintiendo el olor a vainilla -Tengo mucho miedo de que todos vean mis fotos, mis padres vendrán, mis hermanas, ¿cómo se supone que les explique que tuve sexo con un psicópata durante meses y fui tan débil que nunca me defendí?
-Primero, no eres débil, segundo; no tuviste sexo con nadie, fuiste violado- esa seriedad como suavidad lastimaban el corazón, ¿siquiera tenía uno? Aun le chocaba la palabra "violación", nunca pudo encontrar un sentido en su caso con aquello.
-El sexo se siente bien, quackity, se siente bien porque lo disfrutas, a veces se siente bien porque hay amor, y compasión, el sexo se detiene cuando se lo imploras, no hay dolor que no quieres en la acción y...lo demás es un abuso, quackity, y nunca va a ser tu culpa- acariciaba sus cabellos negros con su pecho mojado, poco a poco se inclinaba hacía las sábanas con él encima.
-¿No te preocupa que yo sea una zorra?- alzó sus cejas, mordiendo el paladar de su lengua y sintiendo un escalofrío en su espalda baja -Sí ser una víctima te hace ser zorra, entonces estoy bien con eso.
-Después de todo, luzu, quiero casarme contigo, y tal vez formar una manada. Familia, ¿te parece?- lo pensó, pero a la vez no.
-Sí, lo seremos, justo después que se termine la tortura, ¿que quieres almorzar el día que el juicio termine?
-Donas, quiero donas- luzu asintió cerrando sus ojos con el omega postrado en su pecho sujetando su cintura.
Era la noche más fría como cálida en los corazones de aquel grupo, la ansiedad era una con ellos, el dolor de cabeza era inmenso, el dolor de esófago, el dolor de costillas, el dolor de vista.
Sí, iba a ser complicado mires por donde lo mires.
(...)
¿Cuando fue la primera vez que sentiste que querías morir? Rubius no lo recordaba, suponía que nació con ese sentimiento dentro de él, desde que era niño, no era deseado ni siquiera para sí mismo. Por eso, a veces soñaba con ser un fantasma o una mierda así, y ahora, después de todo por lo que había rezado estaba sentado en un estrado, cuando de niño dijo que quería ir a la corte por romperle el brazo a un niño no era en serio, ahora se presentaba al público.
Podía ver de reojo a algunos de sus tíos con esa expresión perseverante o lo trágico que era ver el de su propia tia, el de su abuelo detrás de las banquillas, ah sí, esa era la familia famosa de rubius. Al lado de él estaba su abogado, un viejo cualquiera al cual podía tachar de hipócrita con tan solo verlo, sus muñecas estaban atadas entre cadenas, estaba esposado claramente.
No podía reconocer las voces hasta que el juez comenzó a dar golpecitos con aquel mazo -Que pase la víctima- afirma esa señora con esa cara amargada, a veces rubius se imaginaba a vegetta en ese traje ya que de niños bromeaban con eso.
"¿Victima?" sí, hablaba de quackity, y así fue como las puertas principales abrieron dando paso a los policías, sobre todo a quackity, aquel Omega que respiraba el hilo conectado a ellos, se sentía tenso, podía escuchar todo con tanta claridad como su instinto alfa todavía tenía ganas de abrazarlo sabiendo que no tenía el derecho.
Su rostro, la expresión de quackity era tan friolenta, no demostraba nada, ni siquiera el miedo que olía desde su interior, de alguna forma, hizo que su sonrisa se mostrará de forma arrogante. Y a su lado, aquel abogado de alta altura y delgada complexión, tenía un traje modesto y traía unos lentes peculiarmente pequeños, su cabello era negro con mechas verdes y en la parte de su pecho tenía el nombre "Staxx", ya había adivinado su nombre tal vez?
-¿Cómo se declara el acusado por los cargos de violación?- pregunta la corte moviendo los intestinos del Rubio, aquel viejo responde -Inocente.
Un pequeño reflejo de cejas fueron compartidos por el alfa y el omega a metros de distancia -De ser así, se abre oficialmente un juicio, abogados, procedan.
Staxx, o más bien visto como el abogado que protegía a los Wembley dio un paso al frente antes de decir con un tono pesado -Llamo a Mangel al estrado.
Y Mangel salió de una de las taquillas caminando al lado de una pequeña mesa que yacía al lado de la jueza con esa expresión tosca -Dígame, señor Mangel, ¿usted atiende a quackity en el hospital?
-Tanto como atender no, soy más o menos como un estudiante dentro de la zona, me encargo de las víctimas menores y cumplo trabajos pequeños con tal de tener un permiso administrativo, pero sí, estas semanas me he ocupado personalmente del estado de salud de quackity- enunció, quackity de vez en cuando giraba la cabeza de reojo viendo a sus padres, una señora y un señor de ojos grises con esa expresión de estrés que le hacía sentir miedo, pero también, a veces giraba para mandarse señas a luzu.
-¿Así que cómo se encuentra mi cliente base su observación?- pregunta.
-Deplorable, tiene posible hematomas al rededor de la cadera y uno de sus huesos detrás de la espalda estaba roto, su pecho mostraba moretones y una cantidad excesiva de mordidas inferiores cercano a la parte detrás de la nuca, no está la autopsia completa pero se especula que puede tener una enfermedad binaria, y tiene riesgo de infertilidad- el omega estaba destrozado, agachada su cabeza trataba de no llorar o no rasgar la tela de sus piernas.
El juicio había comenzado y él ya deseaba irse a casa, irse y jamás volver, tal vez cambiar de identidad, hasta que sintió esos ojos, esa mirada perdida, ese olor que era tan llamativo, trataba de ignorarlo con la vainilla pero era mucho más fuerte «Rubius» le miraba con una expresión de cachorro mojado, como si el hecho de ser infértil fuera una clase de accidente o magia negra. Odiaba lo falso.
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ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ.
FanfictionOdiaba lo mucho que necesitaba su tacto, cómo lo tocaba y sus insinuaciones, odiaba su olor o cómo forzaba a besarlo cuando estaban solos, odiaba que lo amará cada vez que le daba regalos o decía lo mucho que lo quería, odiaba que le gustaran sus ce...