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El día de su partida llegó más pronto de lo esperado, pero TaeHyun lo recibió sin un poco de desesperación o miedo. Las cosas habían vuelto a su lugar, y así era como le gustaba que fuera.

Al arreglarse con BeomGyu, el Príncipe andaba mucho más feliz de lo normal. Extremadamente feliz. Desayunaban, almorzaban y cenaban juntos, a menos que tuvieran compromisos previos, como comer junto a las Princesas (en el caso de TaeHyun) o desayunar con su padre (BeomGyu). Incluso, el Príncipe había invitado a TaeHyun a acompañarlo a cazar, y el último día, antes de que el muchacho fuera con sus padres, incluso compartieron un momento íntimo entre los arbustos. Santos dioses, de solo pensarlo, TaeHyun podía ruborizarse como un quinceañero, pero es que BeomGyu le agarró desprevenido y él no podía negarse demasiado.

— No quiero que te vayas — le dijo BeomGyu esa mañana.

— ¿No? — TaeHyun sonrió, audaz. — Bueno, eso te pasa por obedecer a tu padre, BeomGyu.

— Me parecía buena idea en su momento — se quejó el Príncipe —, pero ya no. Es más, ¿sabes qué? Ya no debes viajar, no es necesario...

— Muy tarde, mi Príncipe — dijo TaeHyun, acariciándole las mejillas —, ahora quiero ver a mis padres. Tendrás que aguantar estos días sin mí.

— Pero es mucho...

— Son solo dos semanas.

— Es mucho.

TaeHyun lo abrazó ahora y comenzó a mover sus caderas, sintiendo cómo su entrepierna se frotaba contra la de BeomGyu. Era todavía temprano y estaban en pijama, por lo que podían tener una última ronda antes del momento de marcharse.

— Piensa en mí todas las noches — le susurró TaeHyun, levantando el camisón antes de empezar a frotar la polla de BeomGyu contra su agujero, todavía húmedo por el sexo de anoche —, piensa en lo que te estás perdiendo por haberme roto el corazón, BeomGyunnie...

— Hyunnie... — gruñó BeomGyu, pero su voz se perdió en un gemido cuando TaeHyun se dejó caer en su endurecido miembro.

A TaeHyun le encantaba eso, montar a BeomGyu y tenerlo bajo suyo, observando su rostro sudoroso y enrojecido por el placer. Adoraba moverse rápido y luego desacelerar, viendo cómo BeomGyu se crispaba por el orgasmo denegado, y a los segundos su pareja se ponía también algo agresivo y dominante con él. Al final, el sexo se volvía desenfrenado y desordenado. Después de tantas veces haciéndolo, podía decir con claridad que le encantaba cuando BeomGyu era así con él, llegando a ser déspota y sucio en la intimidad.

— Piensa en... en mí si ChaeHyun se te acerque — gimió TaeHyun, sintiendo cómo el orgasmo empezaba a construirse a medida que BeomGyu seguía empujando dentro de él —, pi-piensa en lo mucho que amas fo-follarme...

— Dioses, Tae...

Ambas voces se perdieron en sus respectivos gemidos, y solo cuando se dejaron caer en la colcha, respirando aceleradamente, BeomGyu lo besó en el cuello. O, más bien, besó, chupó e incluso mordió.

— ¡No... no hagas eso! — se quejó TaeHyun, gritando.

— Provocarme así — gruñó BeomGyu, sin soltarlo —, eres un chico muy malo, TaeHyun.

El aludido solo resopló, rodando los ojos por la actitud de BeomGyu, aunque sabía que la suya no era mucho mejor. Por lo mismo, cuando el Príncipe lo soltó, ahora fue el menor quien lo abrazó y mordió en la zona del hombro.

— Me entero de que has tocado a otra Concubina — le dijo, con BeomGyu retorciéndose ante su acción —, y te morderé la polla, Principito.

— ¡Te voy a castigar como no te imaginas, TaeHyun! — farfulló BeomGyu, pero TaeHyun solo bufó.

Jewel « BeomHyun┇TaeGyu »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora