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TaeHyun escuchó las palabras de YooRim en tranquilo silencio, sin una gota de arrepentimiento o miedo.

— ... no solo le dejó los dos ojos morados, mi Señor — informaba ella —, también le quebró la nariz y le hizo unos cortes en las mejillas por haberla golpeado usando sus anillos — YooRim se quedó un segundo en silencio antes de continuar — y, al parecer, también le sacó un diente.

— ¿Un diente? — preguntó TaeHyun, antes de estallar en una carcajada algo desconcertada. — No recuerdo haberla golpeado tan fuerte. Esa víbora sería tan desquiciada como para sacarse ella un diente y acusarme a mí de haberlo hecho.

YooRim suspiró, como si no le encontrara lo gracioso a sus palabras, pero TaeHyun no se acomplejó con su actitud. Él sabía que YooRim era su principal protectora luego de la muerte de sus dos compañeros, y hasta que no le asignaran otros dos (que sería en unos días, le dijo BeomGyu), ella debía velar por su seguridad.

Habían pasado más de siete días desde que agredió a ChaeHyun. En un inicio no quisieron decirle sobre el estado de la muchacha, e incluso BeomGyu le dijo que era mejor que no supiera nada. Su prometido le regañó por largas horas, aunque no realmente enfadado con él, solo actuando como si TaeHyun hubiera hecho una travesura inocente.

De cualquier forma, esta era la primera noticia que tuvo, y gracias a que YooRim se lo averiguó arduamente. Todos ya sabían que YooRim era su guardiana juramentada, y por lo mismo eran cuidadosos con lo que decían a su alrededor.

— YuJin regresará a su servicio mañana — agregó YooRim, decidida a cambiar de tema.

— Me alegro, ya la extrañaba — TaeHyun, que había estado medio recostado en uno de los sillones, bajó sus pies —, pero necesito otra doncella — un pequeño mohín ante el recuerdo de MiYeon.

— Sobre eso, mi Señor... — YooRim pareció dudosa un segundo. — Hay una candidata, pero ella quiere hablar primero con usted — bajó su voz un octavo. — Es Lee ChaeRyeong, mi Emperatriz.

— Tráela — pidió TaeHyun, haciéndole un gesto.

YooRim inclinó su cabeza y procedió a salir de sus aposentos. TaeHyun ya estaba enterado de cómo habían descubierto la verdad sobre ChaeHyun, y recordaba muy bien a Lee ChaeRyeong. La muchacha fue sus ojos y oídos en el Concubinato cuando se encontraba en casa de sus padres, y con lo que había hecho... TaeHyun tenía muchas ganas de hablar con ella.

Su guardia no tardó en traerla. La Concubina venía con aspecto nervioso, a pesar de que TaeHyun no le fuera a hacer algo, y no tardó en arrodillarse ante él.

— Mi Emperatriz — dijo, respetuosa.

TaeHyun no había pasado por alto que ya casi todas las personas en el lugar le llamaban con dicho título, a pesar de que todavía no se casara con BeomGyu. Parecía ser un hecho, y TaeHyun no podía menos que disfrutarlo. Dentro de todo su dolor, las atenciones de su prometido calentaban su corazón.

— ChaeRyeong — dijo. — Levántate, por favor. YooRim me ha dicho que quieres hablar conmigo.

La linda muchacha obedeció, con los ojos bajos para no mirarle directamente. Desde que se oficializó su compromiso con BeomGyu que ella había actuado así, recatada y educada, pareciendo saber muy bien cuál era su lugar. TaeHyun se preguntó mil veces cuánto podía confiar en ella y, ahora, ya lo tenía más que claro.

— Es así, mi Señor — respondió ella. — Yo... yo lamento mucho lo que ocurrió. Lo que hizo ChaeHyun fue una abominación.

— No te preocupes — TaeHyun miró su mano, observando los nudillos heridos —, ya ha empezado a pagar sus pecados como corresponde — ahora volvió a observarla. — Pero es a ti a quien le debo todo mi agradecimiento, Concubina Lee. Lo que hiciste significó que se encontrara la verdad y se pudiera hacer justicia — se puso de pie, quedando a su altura. — Si no fuera por ti, es posible que nunca hayamos descubierto la traición que cometió la Princesa contra el Imperio.

Jewel « BeomHyun┇TaeGyu »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora