ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ.

47. Manten la esperanza.

-Es todo- afirmó el de largas piernas sentándose en el traje sosteniendo sus manos jugando con sus dedos cuando los zapatos lustrados del abogado contrario daban 5 pasos al estrado.

-Señor Mangel, ¿dice usted que no tiene mucho conocimiento en la medicina, por qué confirma detalles que solo un doctor podía confirmar?- Mangel frunció su mandíbula casi rayando la madera de la pequeña mesa frente a él.

-Tengo conocimiento sobre la medicina porque la estudio.

-Sin embargo, no tiene el título, esta en medio semestre y solo porque el hospital lo acepte de ayudante no quiere decir que tenga con exactitud todos los detalles, hay muchas autopsias como carpetas que están divididas y hechas para los médicos, usted no tiene el voto de la palabra- staxx levantó su cadera de la silla apoyando las palmas de sus manos en la madera haciendo que los hombros del omega se torcieran un poco.

-Objeción, señoría, argumentativo- la jueza asintió golpeando el pequeño martillo contra la mesa aceptando la objeción -Lo retiro, señoría.

-Dígame, señor Mangel, ¿usted sabía que mi cliente llevó al hospital al mismo quackity porque se había accidentado en las escaleras?- Mangel lo pensó.

-No, no lo sabía- el abogado respingó, mostrando una media mueca en forma de una sonrisa tan egocéntrica que hasta rubius sintió incomodidad.

-Así que acusa de actos que pudieron haberse provocado por un accidente- quiso interrumpir, Mangel quiso pero las palabras no le salían de la boca, en una ocasión pestañó a ver a quackity quien de hombros encogidos le miraba como si suplicará por algo.

-No más preguntas- Se sentaron, Mangel tuvo que salir del estrado rascando su barbilla como si lo hubiera arruinado, era claro el fruncimiento de sus cejas -receso de 5 minutos, abogados.

El tribunal se despejó, quackity saltó a los brazos de luzu una vez encontrarse a medio camino, el castaño sujetaba su cuerpo acariciando su nuca, levantó la vista correspondiendo con rubius. El ambiente se hizo pesado, una ira y una mirada de curiosidad, el rubio casi desteñido soltó una carcajada de superioridad incluso si luzu le miraba con los ojos de un asesino.

Enterró las uñas cerca de la blusa de quackity haciendo que aquel menor soltara un pequeño quejido bajo -Lo lamento, no medí mi fuerza, vámonos donde los demás.

Se guiaron a la gente mientras dentro la multitud se acercaban hasta Willy, staxx, Mangel, lolito y vegetta -¡Quackity!

Se acercaron en conjunto, vegetta abrazó su cuerpo delgado dando una pequeña vuelta en el aire con sus pies estirados -Lo arruine, perdoname.

Dijo Mangel sostenido de lolito quien se aferraba a él con un abrazo familiar -¡No! Tú lo hiciste muy bien, que no tengas un título es otra cosa aparte.

No encogió hombros, Mangel sonrió de forma melancólica acariciando los negros cabellos del chiquillo tratando de consolarle cuando remipría sus lágrimas -De hecho, estamos más que bien, tenemos pruebas suficientes así que no se preocupen más que; el abogado va a tratar de asustarnos, quizás exponernos.

Sentía un déja vu extraño, como si de alguna forma todo lo que pasaba era un bucle en otro universo, ¿habría uno donde él fuera inteligente y hubiera escapado de ese alfa? Aun podía sentirlo, lo había mordido, estaban conectados, sentía la presión de amarlo, sentía que quería verlo otra vez, era débil, realmente era débil -Quackity, todo estará bien.

Afirma luzu ordenando mechones de su cabello hacía atrás, mostrando su cara como sus labios, besó aquellos uniendo sus manos en un agarre; quackity cerró los ojos dejando que sin importar si sus instintos quisieran a rubius, sabía que luzu estaba allí -Máximo durara una semana, lo prometo.

Asistieron todos, aún podía ver detrás de su espalda a Mangel estresado sujetado del hombro de lolito, aun tenía una leve sospecha acerca del anaranjado, abrazó el brazo de luzu oliendo la vainilla, dejando un beso corto en la mejilla de éste. Sus padres mostraron una mueca ante esto.

-Todos a sus posiciones- afirmaba la jueza meciendo el pequeño martillo, quackity dio un bocanazo de aire tensando la espalda, estiró sus músculos una vez su nombre fue llamado -Llamo a quackity al estrado.

Un paso en flojo, se imaginaba a sí mismo danzando, quizás tocando un instrumento o grabando una nota en su mente, uno, dos, tres, respira hondo, tenía que recordar lo lindo que fue luzu antes de todo, tenía que recordar que comería donas después de todo, tenía que recordar lo que es el amor, cómo se sentía, ¿entonces por qué aún se sentía atraído a rubius?

Sentía su mirada penetrando su nuca, entrando a su cabeza, estaban unidos, quisiera o no aquel alfa había mordido, era su omega, y le dolía muchísimo -Señor, Wembley, usted dice que rubius lo violó, no es así?

Y poco pestañó toda la gente lo estaban viendo, lo analizaban, sus dedos temblaban y parecían bailar cuando los acercaba a su rostro con sus huesos sonando -Eh, sí.

-Diganos, ¿cuando fue la primera vez que lo violó?- sentía pena, sentía dolor, sentía vergüenza, sentía odio sobre sí mismo, no lo deseaba, no lo quería, no quería hablar, y aún así, abrió la boca pronunciando.

-La, la primera vez que tuvimos sexo- dijo con tanto nerviosismo, estaba titubeando levantó su mirada, frunciendo la mandíbula y notando los ojos de esperanza que tenía luzu en aquel momento, sus labios entreabiertos y sus cejas arqueadas, sus ojitos brillaban, casi quebró sus manos con la fuerza con la que cerró sus dedos.

-La primera vez que me violó; quise disculparme con él preparandole una cena, lo hice y quisimos ponernos a ver la serie de stranger things en Netflix, después de eso me sentí mareado y aunque le dije que se detuviera no hubo respuesta que me satisfaciera- no era el único que estaba sorprendido, vegetta, Willy, lolito, Mangel y rubius tenían una expresión de muerto, mientras que luzu sonreía con tanta pasión que declaraba orgullo.

-No más preguntas- staxx sentó, dando paso al nuevo abogado y a su cliente refunfuñante, ese no era su quackity, de ser así aquel nunca hubiera dicho la palabra "violar".

-Wembley, en esa ocasión, había una opción de algún alcohol o sustancia presente?- asintió, antes de hablar.

-Había vino, tome un par de sorbos- responde sin caer en la pregunta capsiosa -Es un hecho de que usted estaba intoxicado ese día, pero no será que recuerda haber dado consentimiento aparte a ese encuentro?

-Yo...!

-No sólo ese día, es que me llegaron testimonio de gente que afirma que usted se drogaba en las fiestas que rubius preparaba con su grupo- cómo explicar que lo disfrutaba por imaginar a luzu en una situación masoquista.

No quería aceptar que parte de sus gustos sexuales era la violencia, es por ello que nunca entendió porqué con rubius fue y será distinto, como si el dolor ya no fuera placentero, le daba vergüenza, y más por el simple hecho de que los ojos de su madre ya no demostraban alegría al escuchar tales afirmaciones.