Crystal Kingdom*⁠.⁠✧ Taekook

diez

El pequeño secreto de Taehyung se vio interrumpido por la sorpresa, y esas enormes ganas de vomitar.

— Tú estabas...— soltó casi en un suspiro.

El rey Kim, fue interrumpido bajo la atenta mirada de Yoongi

— ¿Qué carajos haces aquí?. — fue lo único que dijo.

El peliazul soltó una risa sarcastica, dejando caer sus manos contra sus costados

— ¡¿Tú te atreves a decir eso?!. ¡Estabas muerto!. —  exclamó en respuesta — Yoongi, tu falleciste. — aclaró Taehyung, comenzando a salir de su sanidad mental gracias a la indiferencia de Min.

— ¡Por tú culpa!. Te dije qué tuviéramos cuidado y tú solo me ignoraste como niña enamorada. ¡Allá no se muere Taehyung, me sorprende qué estando aquí aún no lo sepas. — resopló

— ¿Mí culpa?.

— Tú culpa — confirmo el pelimenta —. Si no hubiera sido por tú estúpido beso no hubiera dejado a mí padre allá. Solo pensaste en tí, pero no te guardo rencor... Gracias a tí estoy aquí. Quédate con eso. —

— Muy bien, aquí no hay nada qué ver — sonrió el rubio había la multitud —. Todos a sus asuntos. —

Todos dejaron de mirar a los reyes, hundiéndose en pláticas incómodas entre sí. La música volvió a sonar y la pareja en las escaleras bajó hasta encarar a los grandes reyes.

— El elegido de Kur. — sonrió Hoseok.

— Yoongi... —

— No hables, Taehyung. No ahora, ni de eso; aún no — aclaró su garganta —. Que fortuna qué estés aquí. Llegaste aquí por... eso, ¿Verdad?. — 

— Sí. Me eligieron hace ya un tiempo y pues, aquí estoy. — intentó sonreír. Apretando los costados de su saco y perdiendo su mirada en el pelimenta.

Sin embargo, ¿Cómo no podía hacerlo?. Cuando miras a alguien qué conociste tan bien en el pasado, es inevitable volver a revivir todo como si fueran hechos recientes.

Jeon observaba a Taehyung, luchando contra sus enormes ganas de llorar.

— Bueno, tenemos qué... — señaló a la multitud el pelinegro

— Irse, sí. Qué la pasen bien. — asintió el peliazul.

— Hablamos en otro momento, Taehyung. Tengo algunos asuntos qué resolver. — asintió el pelimenta. Pasándole por un costado como si no se hubieran vuelto a ver después de casi cinco años.

El rey Kim sintió qué él fue el único qué lo extraño todo este tiempo al notar la indiferencia del rey Min ante él. Él fue el único que se torturó todos estos años ante el recuerdo.

Taehyung pasó sus mangas por sus ojos con frenesí, siendo detenido por las manos del rey Jeon y su semblante preocupado.

Jeon pasaba lentamente el pañuelo a toquecitos por los ojos del peliazul — Si tallas, te saldrán quemaduras a las orillas de tus ojos. — acarició sus mejillas.

Taehyung pudo sentir como algo en él comenzaba a palpitar, y pidió al cielo que fuera un infarto.

— Rey Jeon, debo salir de aquí un momento. Cualquier acuerdo que tú consideres adecuado, da el permiso por los dos, ¿Bien?. — susurró, alejando las manos del rubio de su rostro.

— Voy contigo. — susurró de vuelta.

— No, estoy bien así. — sonrió mientras sorbia su nariz