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⋆౨ৎ˚⟡˖ ࣪
VIOLET
Era el día, ese día.
Mientras estaba paseando con Agatha por las viejas calles de este pueblo, llego Sophie, emocionada, sabía que ella había esperado este día toda su vida. Esta noche llegaría el Director, que cada 4 años llegaba a Gavaldon y escogía a dos niños de Gavaldon para llevarlos a la Escuela del Bien y el Mal. ¿Cuál era el problema?, que nadie los volvía a ver, a menos que sea en un cuento de hadas.
Todos los años, todos los padres de los niños se colocaban a límites de Gavaldon para evitar que venga en el Director. Hace un tiempo, intentaron de ver si se los llevaban al bosque, pero nadie logro salir de este, siempre volvían de regreso a Gavaldon, estábamos atrapados para siempre ahí.
Sophie, había esperado toda su vida este momento para que la escogieran para asistir a la Escuela del bien, incluso en algún momento, Agatha llegó a pensar que ella nos habló para que seamos su "buena acción".
— Aggie, ¿crees que me dejen llevar pepinos a la escuela?, sabes que no puedo completar mi rutina de belleza sin mis pepinos.
— Sophie, esa ridícula historia no existe.
— Entonces, ¿cómo explicas las desapariciones de los niños?
— Mira, solo dos niños se escapan al bosque y al final se los terminan siendo comidos los lobos.
— Es la explicación más estúpida que he oído en mi vida. — refunfuño Sophie
Mientras ambas discutían, estaba atrás leyendo un libro, pero había escuchado toda la conversación, aunque no le admitiera a Agatha, yo creía que esos cuentos eran ciertos, tanto como Soph y por ende, consideraba que escogerían a Sophie, aunque esperaba que no, no quería separarme de mi amiga.
— Solo creo que estás asustada Aggie - Menciono Sophie
— Por supuesto - dijo Agatha, mientras se echaba a reír - ¿Por qué debería de estar asustada?
— Porque probablemente vengas conmigo
Las mire a penas escuche eso. ¿Cómo no habría podido darse cuenta antes?
Agatha también me estaba mirando, conectamos nuestras miradas porque en el fondo, sabíamos qué podría pasar...
Si las historias eran verdaderas llevarían a Sophie y a Agatha. La pareja perfecta para el Director, a primera vista. No pensaba que Agatha fuera al mal, no tenía nada de mala realmente, pero sabía que los cuentos, a veces, podrían ser engañosos. Si ellas dos se iban... yo me iba a quedar sola... como antes.
— Creo que mejor tenemos que irnos - opiné mientras me dirigía al aislado estanque.
— ¿A dónde? - preguntó Sophie siguiéndome el paso
— A un lugar más privado - respondió Violet, al ver que las personas las miraban.
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Habíamos llegado nuestro sitio secreto, este estaba a los límites de Gavaldon, cerca del bosque.
Hace tiempo, cuando Agatha y yo buscábamos un sitio para estar sin que nadie las moleste, encontramos este bello estanque, un lugar muy particular y acogedor. Posteriormente, le enseñamos a Sophie.
Mientras la rubia se sentaba a las orillas del estanque, yo miraba el agua cristalina, intentaba de liberar un poco mi mente, sabía que se llevarían a Sophie y Agatha, a sus dos mejores amigas, y podría interponerme entre sus destinos, incluso si no era parte de él. Seguiría pensando hasta que sentí una presencia familiar.
— Sé en qué estás pensando - dijo Agatha con una voz serena, sentándose a mi lado - pero eso no pasará, no puede.
— ¿Cómo puedes estar tan segura?
— Porque nunca permitiría dejarte sola, no podría ni aunque quisiera - respondió Aggie de un tono divertido...
Solo me limité a reír.
— Tienes razón
— Disculpen por interrumpir su bella charla, pero podríamos regresar, aunque este lugar sea lo más hermoso de este mediocre pueblo, necesito alistar mis cosas, no creo que allí me proporcionen los suficientes pepinos que necesito, además no puedo llevar esta pocilga con la que estoy vestida. Si quiero dar una buena impresión tengo que escoger mi mejor ropa y si no me voy ahora, no tendré tiempo de terminar con mi rutina de belleza de la tarde - dijo Sophie mientras se paraba, para que después estallara a carcajadas con sus amigas.
Capaz Agatha tenía razón, tal vez solo era una vieja teoría, una historia que crearon para asustar a los niños y que se comportaran bien. Era lo más lógico, los cuentos de hadas no podían ser reales, sería un sueño muy raro...
Aunque... sentía como alguien me decía: "Sabes que es cierto"
Era mi conciencia, tenía que ser eso. Solo me estaba confundiendo.
