𝔈𝔩𝔢𝔳𝔢𝔫𝔱𝔥 ℭ𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯 2/3

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Invisible bajo su capa, Sophie todavía jadeaba por el esfuerzo que tuvo que pasar al ascender por la cuerda. Se escondió más todavía debajo de la mesa de piedra, donde el Cuentista luchaba por liberarse sobre el libro de cuentos de ella y sus amigas. A pesar de su grito en el camino, que se cortó la pierna con un ladrillo roto, había logrado llegar hasta Tedros viva y sin que la descubrieran.

Pero, cuando Tedros y Jackson avanzaron más hacia Violet y Agatha, el alivio de Sophie se convirtió en pánico. Porque cuando vio que los príncipes y las princesas se miraron a los ojos, supo que su historia ya había terminado.

Sus amigas habían elegido a unos chicos.

Y ella no podía hacer nada para impedirlo.

◌₊˚⋆

Estás aquí... — dijo Tedros mientras me toco mi brazo, cómo si no estuviera seguro de que fuera real.

Al sentir su mano, mi brazo se enrojeció violentamente. No podía pronunciar las palabras... simplemente no podía... sentía cómo si me iba a desmayar... necesitaba alejarme... necesitaba una...

— Camisa - dije, para luego estar muy sonrojada

— ¿Qué? Ah... — Tedros se puso como un tomate, recogió su camisa negra sin mangas del suelo y se la puso - Solo... no pensé que... — Sus ojos miraron la habitación. En eso vi que Agatha y Jackson se alejaron un poco más para hablar en privado, había muchas cosas que decir ciertamente, al final, nos alejamos también - ¿Vinieron solas?

— Por supuesto...

— ¿Ella no está con ustedes? - Tedros sacó la cabeza por la ventana y miró la cuerda

— Vine tal y como me pediste - dije confundida, ¿ahora se le olvidaban las cosas o qué? - Vine porque me llamaste, vinimos porque nos llamaron.

Tedros me miró extrañado.

— Pero es... ¿Cómo pudiste...? - su expresión se endureció, como si se hubiese cerrado una puerta - Tú. Me hiciste pasar por un infierno.

Me dolió, pero tenía razón, lo entendía y estaba más o menos preparada mentalmente para eso.

— Tedros...

— La besaste, Violet. La besaste a ella y no a mí. ¿Sabes que me provoco eso? ¿Sabes qué consecuencia tuvo ese beso para todos?

— Pero es mi mejor amiga, Tedros.

— ¿Acaso las amigas se besan? - me interrumpió

— Tenía que salvar su vida, salvo la mía.

— Y arruino la mía - contesto el molesto - Durante mi vida, las chicas solo me querían por mi corona, mi fortuna, mi aspecto, cosas que yo no hice nada por tener. Fuiste la primera chica que vio más allá de todo eso... que vio algo en mi interior que valía la pena, sin importar lo tonto que podía llegar a ser, sin importar todas las veces que me equivoque e incluso que te lastime - Tedros hizo una pausa al oír que su voz se quebraba. Cuando volvió a mirarme, su expresión volvió a ser de frialdad - Pero todas las noches tuve que intentar de conciliar el sueño sabiendo que no fui suficiente para la chica que me gustaba, para la chica que amaba. Me pregunté cada noche, ¿qué era lo que estaba mal en mí?, ¿acaso no soy suficiente?, ¿era simplemente reemplazable?, al final, tuve que dormir sabiendo que mi princesa, que mi amor verdadero, había elegido a una chica.

— Sabes que no sabía lo que iba a pasar, quería salvarla, es mi amiga y no sabía que nada de esto iba a suceder. ¡No tuve opción!

Tedros frunció el entrecejo y se dio la vuelta.

𝑷𝒖𝒓𝒑𝒍𝒆 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕 ── 𝑻𝒉𝒆 𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 𝒇𝒐𝒓 𝑮𝒐𝒐𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝑬𝒗𝒊𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora