𝑷𝒖𝒓𝒑𝒍𝒆 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕 ── 𝑻𝒉𝒆 𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 𝒇𝒐𝒓 𝑮𝒐𝒐𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝑬𝒗𝒊𝒍

𝔉𝔬𝔲𝔯𝔱𝔥 ℭ𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯

No dude en hacerlo. A pesar de los gritos de Tedros, Jackson y Agatha, tenía solo un objetivo en mente.

Matar a este maldito pueblo.

ૢ༘

Tenía que ayudarla. Sabía que se arrepentiría después, que eso no estaba bien.

— ¡Violet! - grité al lograr alcanzarla, estaba a pocos metros de los guardias

— Será mejor que te vayas. No vas a querer intervenir. — me advirtió

— Sabes que eso es imposible

— Entiendo - me contesto

En eso una magia morada me envolvió, no podía moverme, aunque quisiera. También atrapo a Jackson y Agatha. Era casi igual a la magia de Rafal...

— ¡Esto no es lo que quieres! - exclamo Jackson - ¡Por favor, solo hay que irnos!

— ¡Sé que te duele! ¡Yo también estuve ahí! - volví a gritar

— No tienes idea - me miro con dolor

— Solo, no lo hagas

— Será mejor que no vean

Nos lanzó un hechizo para no hablar ni poder ver.

No... no era posible, ella no podía tener esa magia, su magia era dorada, no morada. ¿Se podía cambiar el color de la magia por otros motivos?

Nada de eso importaba, tenía que ayudarla, no estaba bien. Si ella usaba su magia, significaba que nuestro cuento se volvió a abrir. Pero, por más que intentaba de deshacer el hechizo, siempre ella fue mucho mejor que yo en cuestión de magia y académicas. Debí de prestar más atención a las clases. Y eso que este era "mi último año".

Pronto toda la magia se debilitó. Enfrente mío cayó Violet rendida, cubierta de sangre. No dude en correr a abrazarla, ella solo llora.

Miré por detrás de ella, había dejado un rastro de sangre que llevaba a un grupo de cadáveres totalmente destruidos, eran los guardias... Un círculo de fuego estaba rodeando a todo su pueblo, quemando los cultivos y en la plaza, todas las esculturas ardían.

— ¿Por qué lo hizo...? - susurro desgarrada

— Para salvarte, al igual que la señora Callis y el padre de Sophie, han hecho de todo para mantenernos con vida, tenemos que ser fuerte, eso lo que dijo tu madre. Tenemos que ser los suficientes fuertes para volver a luchar con Rafal y salvar a todos. Ahora tenemos que irnos.

Ella me miró comprendiendo todo. Mi madre tuvo razón al decirme de pequeño que los ojos son la ventana del alma, lo que me preocupaba era que los ojos se veían sin vida, con puro dolor y miedo.

Le agarré de la mano y corrimos juntos.

— ¡Tenemos que irnos rápido! ¡Pronto llegarán más personas! - nos alertó Jackson

Juntas pasamos por las rejas oxidadas del cementerio y se dirigieron hacia la oscura extensión de lápidas.

Seguimos a Agatha, ya que era la que más conocía el lugar y estaba en condiciones para hacerlo.

No tardaron mucho en venir nuevos guardias.

— Agatha ahora llegan, ¡¿dónde están?!

Agatha parecía confundida hasta que se sorprendió.

— ¡Aquí! ¡Es aquí!

La perseguí sujetando la mano de Vi con fuerza, aún se encontraba muy desorientada para hacerlo sin ayuda. Oímos los pasos de los guardias, por lo que me tire al suelo y le hice una indicación a Violet para que hiciera lo mismo.

— Esto es peor que el bosque - susurre - Mucho peor

Agatha solo se la pasaba murmurando mientras intentaba mantener a Violet a salvo, llevándola con mucho cuidado para que no se hiciera daño.

De la nada, Jackson y Agatha empezaron a rebuscar en las tumbas hasta que encontraron a los cisnes.

— Hemos encontrado los cisnes... — se exasperó Agatha - ¿¡Dónde está la magia!?

— Agatha... — quiso ayudarla Jackson

— ¿¡Qué!? ¿Ahora qué se supone que debemos de hacer? Violet es la única persona que puede hacer magia, pero está mal, ni siquiera puede moverse por su propia cuenta y nosotros tres no podemos hacer nada...

En eso todos vimos nuestros dedos, todos estaban encendidos, de los colores de siempre, excepto el de Violet que estaba en un extraño tono de morado...

— ¡Aquí! ¡Están aquí! - grito un guardia

— Nuestro cuento de hadas estuvo siempre abierto... desde que pedimos el deseo - susurro Agatha - Estamos en nuestro cuento desde que los guardias nos encontraron...

— ¡Eso significa que moriremos en "El Fin", Agatha! - grite con el temor de perder a Vi a medida que los guardias se acercaban

Justo unas manos pálidas que salían de la tumba nos sujetaron a los cuatro y nos arrastraron hacia allí.

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Holi, ¿Cómo están?

Espero que les haya gustado <33

Disculpen por la tardanza (de nuevo, estuve en mi Dear, John era)

Gracias por todo su apoyo, el libro ya llego a las 100K de visitas, cosa que nunca creí que sucediera, les agradezco mucho su apoyo, por lo que probablemente actualice esta vez mucho más pronto.

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