🔪Tabito Karasu🔪 (+18)

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Advertencia: Sexo sin protección, consentido.

—Eres un imbécil con complejo de superioridad.

No era la primera vez que le decían algo parecido. De hecho, no era la primera vez que lo dejaban con esa excusa.

Pero esta vez se sentía diferente.

¿Por qué? Era un jugador de fútbol exitoso, no necesitaba de ti. Podía conseguir otra novia en un satiamén. Claro, tampoco lo aguantaría por mucho tiempo, pero sí se la podía conseguir.

Aún le parecía extraño que tú hubieses estado tres años con él. Esa había sido su relación más larga.

—No quiero ir a esa entrevista. Esa televisora es la misma en la que trabaja T/N—declinó el chico en tanto su representante le hizo la propuesta.

—El programa va a ser en la mañana. El de T/N comienza a las cuatro, no hay ninguna posibilidad de que te tropieces con ella—le aseguró el hombre.

Karasu se lo pensó por un rato. Habían demasiadas personas trabajando en ese lugar como para toparse con una de tus amigas del trabajo, o por lo menos con alguna que conociera.

Esas estúpidas de seguro estarían contentas porque al fin lo habías dejado. Malditas.

Además, a él le encantaban las entrevistas. Amaba presumir de sus logros y si era en algún medio abierto, muchísimo mejor.

—Está bien, lo haré—terminó por acceder.

Su única condición fue que su representante le dijera al director de vestuario que le diera un atuendo apropiado, porque de otra forma se sentaría frente a la cámara con su propia ropa.

Quería lucir lo mejor posible para que tus colegas te dijeran lo guapo que se veía, por si no veías la entrevista.

La noche anterior casi no había podido dormir, por alguna razón se sentía ansioso.

Llegó al estudio cansado y ojeroso. Luego de cambiarse y de que le pusieran el micrófono se sentó en aquel llamativo sofá frente a la cámara para que el maquillador hiciera su trabajo.

—Asegúrate de tapar bien las ojeras o haré que te despidan—le advirtió Karasu.

—Tú tampoco dormiste mucho, ¿Cierto, Tabito?

Se volteó tan rápido hacia el otro extremo del sofá que sintió cómo le sonaba el cuello. Todo el cansancio desapareció de su rostro mientras te observaba con horror.

—Señorita T/N, si se restriega los ojos se le va a correr el rímel. Espere a que seque—te pidió la maquilladora que se estaba encargando de ti mientras te aplicaba el labial.

Le dirigiste a Karasu una mirada de desagrado. Por su culpa habías tenido que levantarte temprano ese día.

—¿Qué estás haciendo aquí?—te preguntó cuando salió de su asombro.

—Mi colega tuvo un accidente de auto viniendo para acá. Está bien, pero se fracturó el brazo contra el volante cuando chocó. Mi jefe me llamó hace menos de una hora y heme aquí, fresca como una lechuga—le dijiste con ironía.

Blue Lock After A Break UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora