48. una nueva familia.

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Rubius mordía el paladar de su lengua con un ardor entre muelas, podía sentirse igual de agitado que quackity, los unía la mordida de todas formas, esa presión en el pecho lo congelaba, de alguna forma era contraproducente -Tranquilo, niño, lo vamos a ganar.

-...no me diga niño- responde ante al viejo abogado que tan sólo ignora la petrificante mirada que aquel chico le lanzó, odiaba a los hombres aunque de ser así era hipócrita de su parte.

-Llamo al acusado al estrado- reafirma staxx, los pasos se hacían pesados, adoraba como quackity de vez en cuando levantaba la mirada y tensaba la mandíbula tragando en seco y fuerte, con sus cejas arqueadas tratando de parecer rudo o enojado, cuando seguía sintiendo su corazón later.

-Señor rubius, ¿qué fue lo que pasó cuando mi cliente dijo ser violado?- mecía su cuerpo por el juicio poniendo nervioso a rubius al ruido repetitivo.

-Quackity me había hecho enojar, de disculpa me hizo la cena y nos sentamos a beber vino a la par de ver la serie Stranger things, fue cuando el celo de quackity fue a flote, mire, yo no lo toque ni lo violé, él y sus instintos omegas, se ofrecieron voluntariamente, nunca haría algo que lo lastimara- esas palabras, se sentía frío, se sentía doloroso, quackity quería morir.

-Entonces usted no afirma haberle violado en ninguna ocasión?- rubius negó con la cabeza haciendo que la sangre de luzu subiera hasta su cerebro.

-Nunca, cada momento, y cada encuentro fue consensuado, él lo pidió- quackity estaba confundido, quería llorar, quería enojarse, quería odiar, quería amar, y sobre todo, quería golpear a rubius, incluso si no tuviera la fuerza suficiente para hacerlo.

-Y cómo se supone que esto se produjo?- la pantalla mostraba, los interiores y Exteriores del omega demacrados, tan lindo, se veía lindo, y rubius sabía que pensar así era enfermo.

-Ya se dijo, eso fue porque cayó de las escaleras.

-Exactamente, cómo?- rubius gruñó, si no hubiera sido por las cadenas al rededor de sus manos hubiera exclamado con ira -Corríamos por las escaleras y de un tropezón quackity resbaló.

-¿No lo habrá empujado? ¿No estaría huyendo de él?- rubius negó con la cabeza desesperado, pero con las cejas arqueadas y sus labios entre abiertos solo podía ver a quackity inclinado hacía el frente, ni siquiera notaba a staxx o escuchar sus quejidos.

-No, cada cosa que he hecho por él, es por su bien, por su gusto y porque él lo pidió- el abogado de aquel habló con un tono tosco.

-Objeción, señoría, está especulando.

-Pero no es una opinión, las marcas inferiores del cuerpo de quackity no fueron posibles a causa de un golpazo, se encontró pruebas de que usted lo hizo mientras lo violaba- rubius tragó en seco notando la inclinación de los hombros de quackity, el omega trataba de respirar de forma correcta escondiendo el ataque de pánico que tenía sobre sus brazos.

-OBJECIÓN, SU SEÑORÍA- el alfa cubrió su rostro apoyando su mentón sobre sus manos juntas y cerradas con una expresión neutra -Quackity me pedía más, fue sexo duro consensuado.

-Cualquiera que estuviera dentro de la taza de personas normales y dentro del sadomasoquismo sabría que después de cada encuentro se debe de hacer aftercare y curar las heridas que se pudieron haber provocado, pero usted no está dentro del sadomasoquismo ni un fetiche extraño, usted es un enfermo que violó a un inocente borracho u drogado una y otra vez.

-Suficiente, abogado, suficiente- staxx se retiró, rubius sintió frío, sintiendo un dolor en el pecho, no reconocía sonidos o porqué estaba allí, imploraba que alguien le salvará, volvió el sentimiento de querer morir, y parecía no ser el único que estaba allí sintiendolo.

«Te amo» dijo sin decirlo, pronunció sus labios al notar que quackity seguía mirándolo por segundos, el omega atónito sentía la necesidad de acercarse, pero no lo hizo, volteó la cabeza a un lado, aquel día había terminado, finalmente había terminado, era hora de descansar.

Se apresuró a levantarse aún sintiendo el dolor en su pecho, tropezó cayendo sobre el pecho de luzu -Quacks, estoy aquí, siempre he estado aquí.

"Desearía haberte visto antes de todo esto, quizás si nos hubiéramos conocido antes".

-WEMBLEY- esa voz ruda, esa voz penetrante era la de su padre, un señor de baja estatura y un grisesaso pelo tosco, luzu rechinó de dientes con esa expresión intimidante al ser su instinto alfa, en cambio quackity apretó fuerte su espalda tratando de que no se notará el claro miedo que sentía.

-Separense, quackity, tu padre te está hablando- el menor se despegó poco a poco del cuerpo contrario sin subir la mirada para verles -¿Que desean decirme?

Pregunta, recibiendo un grito; dio un salto hacía atrás en respuesta -¡A mi no me hablas así! Soy tu padre, no puedo creer que además de gay tuviste que tener sexo con un alfa que te embarazó, mira cómo quedó todo por tu culpa, ¿te das cuenta lo difícil que fue para tu madre recibir cartas de tus noticias? ¿O cómo este flacucho es dizque tu novio?

-Perdón, yo- luzu apretó sus dientes poniéndose en frente de aquel azabache con los ojos llorosos mordiendo su lengua desde el paladar.

-Saben, eso es bastante cruel de escuchar cuando su hijo fue violado durante meses con la misma persona que lo embarazó- con la mirada petrificada, aquellos wembley retrocedieron con un sudor frío soltandose en su frente, quackity abrazó la espalda del alfa.

-Usted no tiene ningún derecho, suelte a mi hijo- luzu no ejerció fuerza, levantó sus manos cada una a la altura de sus orejas, una sonrisa egocéntrica en su rostro y aquel vino rojo exclamandose entre las pupilas -Yo no lo estoy obligando a nada, él si lo obligó pero siguen defendiendo lo indefendible.

-DIJE QUE- aquel viejo apretó su mano más dura que nunca dando un paso, sí, dos alfa que amenazaban con la mirada, pero antes de actuar el omega saltó al pecho frío del castaño abrazando su cintura con su rostro lleno de lágrimas.

-¡Me casaré con luzu! Estoy seguro que sea lo que sea que siento por él no es dolor, no es asco o repudio, él me hace sentir amado, me hace sentir especial e importante, hace que todo lo negro tenga un color divertido y hace cosas que ninguno de ustedes hizo por mí en ninguna parte de mi miserable vida- su padre retrocedió.

-No importa sí piensan que yo quise acostarme con rubius, yo amo y amaré a luzu, y tendré una nueva familia donde ninguno de ustedes pueda ver- quizás estaba eufórico, pero decir aquello fue una liberación de aire que infringía entre sus órganos más pesados, luzu correspondió al abrazo acariciando la parte arriba de su cabello y dando un beso obsesivo cerca su mejilla pegada a él.

ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora